TOKIO, febrero 26.— A pesar de la oposición popular y del gobierno provincial, el primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, viajó a Okinawa para intentar lograr la reubicación de una base militar estadounidense. Medios políticos y de prensa señalaron que la visita de dos días prevé entrevistas con el gobernador provincial, Hirokazu Nakaima, pero sin mencionar a organizaciones isleñas que piden la salida de esas instalaciones, reportó PL.
La representación japonesa en el Movimiento Internacional No Bases militares ha denunciado que tal hecho demuestra cómo esta nación asiática «está dominada y subordinada a Estados Unidos». Según esa organización, de los 135 centros militares de Estados Unidos en Japón, el 75 por ciento se concentra en Okinawa, algo intolerable porque obliga al pueblo a pagar costos adicionales para la realineación de esas bases, calculados en cerca de 26 mil millones de dólares.
Tanto el Gobierno de Noda como el de Estados Unidos efectúan desde hace algo más de una semana conversaciones para reactivar el programa de reubicación y traslado, lo cual se vincula a la visita mencionada.