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LONDRES, diciembre 7.— El fundador de Wikileaks, Julian Assange, permanecerá detenido en Londres hasta el próximo 14 de diciembre, en tanto un tribunal de ese país decide sobre una posible extradición a Suecia, reportó BBC.
La policía arrestó a Assange cuando se presentó en comisaría en la mañana de este martes para declarar por la euroorden de arresto emitida por Suecia, que lo acusa de supuestos delitos sexuales.
Un juez decidió denegarle su solicitud de libertad bajo fianza, mientras que su abogado, Mark Stephens, aseguró que todo se trata de «una treta política», en vistas de que el sitio web ha causado el enojo de Washington con la publicación de 250 000 cables secretos de la diplomacia estadounidense.
«Está acusado por las autoridades suecas de un cargo de coerción ilegal, dos cargos de acoso sexual y un cargo de violación, todos los cuales se habrían cometido en agosto del 2010», informó la policía de Londres en un comunicado.
Mientras, Stephens criticó a la Fiscalía sueca y aseguró que su cliente —de nacionalidad australiana— desde agosto se ofreció para presentarse ante la justicia. También agregó que no confía en el sistema legal sueco.
En la primera reacción tras el arresto, un vocero del sitio Wikileaks aseguró que el hecho constituía un ataque contra la libertad de expresión y que no iba a detener al grupo.
Por su parte, el secretario de Defensa de EE.UU., Robert Gates, aseguró este martes durante una visita a Afganistán que la detención de Julian Assange, es una «buena noticia».
Ya el lunes, el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, había adelantado que estaban revisando la jurisprudencia del país en búsqueda de justificaciones legales para acusar a Assange. EE.UU. intenta presentar cargos contra el fundador de Wikileaks por una supuesta violación de la Ley de Espionaje.
Desde que Wikileaks comenzó a publicar en su sitio y a través de cinco medios de prensa del Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Francia y España 250 000 cables diplomáticos estadounidenses, la página web ha sido víctima de ciberataques, al tiempo que las compañías que alojaban sus servidores declinaron seguir ofreciéndole el servicio.
Para cerrar aun más el cerco la entidad financiera Visa anunció la suspensión de sus operaciones con Wikileaks, después de que Mastercard y Paypal hicieron lo mismo.
