TEHERÁN, julio 20.— El Parlamento de Irán aprobó este martes una ley que permite al Gobierno tomar medidas contra aquellos países que intenten inspeccionar los barcos iraníes, y frente a los que rechazan suministrar combustible a los aviones comerciales de este país.
La nueva legislación, que se aprobó al hilo de las medidas tomadas para la protección de sus logros en el ámbito de la tecnología nuclear, da la posibilidad al Gobierno del país persa de responder de la misma manera, con sus propias inspecciones de carga a los barcos y navíos de las naciones que se sumen a las sanciones, así como negarse a reabastecer de combustible a aviones que provengan de países que se hayan negado a abastecer a Irán.
De conformidad con la misma, Teherán continuará con el enriquecimiento de uranio al 20 por ciento para producir combustible con destino al reactor científico del país persa, según publicó la agencia local de noticias Mehr, citada por EFE.
Estas medidas se adoptan luego de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara recientemente una resolución sancionadora contra Irán, que permite a todos los países inspeccionar los cargamentos marítimos del país persa.
Mientras, el presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani, afirmó que Brasil y Turquía fueron «traicionadas por el Consejo de Seguridad y por EE.UU. » al serles encomendado mediar con Irán en el espinoso tema nuclear y después haber ignorado el acuerdo alcanzado.
«Lo que EE.UU. y el Consejo de Seguridad hicieron fue un insulto. Les dieron una misión y después los traicionaron. Brasil y Turquía tienen todo el derecho a estar enfadados», señaló Lariyani.
El 17 de mayo, Ankara, Brasilia, y Teherán firmaron un acuerdo que prevé que Irán envíe parte de su uranio poco enriquecido (al 3,5 por ciento) a Turquía, y a cambio reciba combustible nuclear enriquecido hasta el 20 por ciento, nivel adecuado para usos civiles.
Por otra parte, el portavoz del Ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Ramin Mehmanparast, pidió nuevamente a EE.UU. y a países europeos que cesen de apoyar el terrorismo, una práctica que —aseguró— contradice los propios principios que enarbolan quienes se autoproclaman defensores de la paz.