Los niños víctimas de accidente de Chernóbil que se atienden en Cuba, en una actividad cultural. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 04:55 pm
Un reconocimiento al Comandante en Jefe Fidel Castro, máximo inspirador de la inmensa obra humanitaria que es el Programa de Atención a los niños ucranianos afectados por la catástrofe de Chernóbil, fue entregado ayer por los trabajadores de dicho programa, representados por su coordinador general, doctor Julio Medina, al Primer Vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura, quien lo recibió en nombre del líder de la Revolución.
En un acto efectuado en Villa Amistad, en la localidad costera de Tarará, al este de La Habana, el ex jefe de Estado de Ucrania, Leonid Kuchma, dio a conocer que el Gobierno del país europeo le confiere a Fidel la Orden del Mérito en Primer Grado así como la Orden del Príncipe Yaroslav el Sabio en Primer Grado, al Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Raúl Castro.
En la ceremonia se condecoró con la Orden del Príncipe Yaroslav el Sabio al miembro del Consejo de Estado y ministro de Salud Pública, José Ramón Balaguer, y con la Orden del Mérito en Tercer Grado al ex embajador de Cuba en Ucrania, Julio Garmendía, y al doctor Rodrigo Álvarez Cambra, director del Centro Ortopédico Frank País.
Igual distinción recibieron el doctor Julio Medina y Elio Gámez, vicepresidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.
Al intervenir ante las altas personalidades presentes, los pacientes, familiares y trabajadores del programa, el titular de Salud Pública de Cuba señaló que esta experiencia «es un ejemplo de lo que puede hacer un pueblo que, sin tener grandes riquezas materiales, tiene la gran riqueza espiritual de haberse educado en la solidaridad, en la entrega incondicional y en el amor a otros pueblos».
Asimismo destacó el Ministro cubano que el que es considerado uno de los programas humanitarios y de solidaridad más hermosos de nuestra historia, en la que Cuba ha enviado hombres y mujeres de la Salud a más de cien países para salvar vidas, continuó desarrollándose durante los años difíciles del período especial, la desintegración de la Unión Soviética y el recrudecimiento del bloqueo.
Ello, recordó Balaguer, sería explicado por el Comandante en Jefe durante un encuentro con Pastores por la Paz, el 27 de noviembre de 1992, al apuntar entonces que «seguimos atendiendo a los niños de Chernóbil (…) por una cuestión de ética, por una cuestión de moral».
No obstante esas contingencias, los pacientes atendidos han tenido a su disposición los avances científicos y técnicos alcanzados por nuestro país en la rama de los medicamentos.
«Agradecemos al Estado y al pueblo de Ucrania por habernos confiado su mayor tesoro, sus niños», concluyó.