ROMA, marzo 29.— Con la participación del 65 por ciento de los electores inscritos, concluyeron hoy en Italia los comicios regionales, los cuales se caracterizaron por una baja asistencia que ronda el siete por ciento con respecto al 2005, según PL.
Según el ministro del Interior, Roberto Maroni, este dato sólo tiene en cuenta las nueve regiones en las que su cartera centraliza la información estadística.
Las primeras estimaciones provisionales también revelan que las cifras contabilizadas son aún más baja que las registradas en las elecciones al parlamento europeo, en junio del 2009, cuando asistieron a las urnas el 65,5 por ciento de las personas inscritas.
Tras el escrutinio de los votos en 13 de las 20 regiones en las que se renueva el gobierno local, el peso de la abstención es tan significativo que los noticieros del canal privado Sky Tg24 no difundieron los sondeos a boca de urna realizados por la empresa demoscópica Digis.
Al respecto, datos estadísticos corroboran que la participación de los electores italianos se redujo entre un ocho y un nueve por ciento con relación a los comicios regionales de 2005, siendo Lacio la más representativa con una baja del 12 por ciento.
Los observadores, quienes centraron su atención en la asistencia a las urnas, consideran que el abstencionismo podría beneficiar a los candidatos de centro-izquierda como consecuencia del voto de castigo contra la derecha, como ocurrió en las recientes elecciones regionales en Francia.
En una pequeña localidad de Calabria, en el sur de Italia, sólo votó el 2,8 del electorado porque al decir de muchos «se sienten abandonados por las instituciones y los políticos».
La caída en los niveles de asistencia a las urnas fue interpretada por algunos analistas como una señal de desgaste del partido de centroderecha del multimillonario jefe de gobierno Silvio Berlusconi, quien consideró la votación como una prueba nacional de su gestión.
«La baja afluencia puede ser una crítica a la clase política, que no ofrece respuestas a las dificultades económicas», comentó Paolo Gentiloni, del opositor Partido Democrático (PD) al canal de televisión SkyTG24.
El Pueblo de la Libertad, organización política del primer ministro italiano, y el PD liderado por Pierluigi Bersani, midieron sus fuerzas en las urnas para renovar el gobierno de 13 regiones, de las cuales 11 están en manos del centro-izquierda.
A los comicios de domingo y lunes fueron llamados a votar 41 millones de italianos para elegir a los presidentes de 13 regiones y cuatro provincias, así como los alcaldes de 462 municipios.