Numerosos arrestos entre los manifestantes griegos. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 04:54 pm
ATENAS, febrero 24.— Una huelga general convocada por los sindicatos griegos contra el plan de ajuste económico del primer ministro, el socialista Yorgos Papandreu, paralizó este miércoles los principales centros urbanos del país helénico, aunque afloran indicios de que al menos una parte de la población se resigna ante las restricciones impuestas por el gobierno, reportó ANSA.
La huelga fue convocada por la principal central sindical del sector privado, GSEE, a la que se asociaron la federación de gremios del sector público, ADEDY, y el sindicato comunista PAME.
En realidad, tanto ADEDY como GSEE —cercanos al Partido Socialista (PASOK)—, aun anunciando protestas contra el plan de ajuste, intentaron hasta último momento evitar la huelga general, la primera desde la llegada al poder de Papandreu, confiando en que sería posible limar los puntos más duros del programa del ejecutivo.
Sin embargo, cuando el gobierno confirmó que mantendrá medidas muy impopulares, como la reducción fuerte del aguinaldo adicional, fue demasiado tarde para medidas de compromiso, y los sindicatos socialistas ratificaron su apoyo a la huelga general.
Fue así que el miércoles en Grecia no funcionaron trenes, aviones, barcos, escuelas, bancos, hospitales, tribunales ni tampoco los medios de difusión. Solo el transporte colectivo aseguró un servicio mínimo, para permitirles a los manifestantes que alcanzaran los puntos de concentración organizados para las protestas.
Decenas de miles de manifestantes marcharon por Atenas, Salónica y las demás ciudades griegas, con la consigna «No queremos pagar nosotros esta crisis», mientras el Partido Comunista (KKE) organizó como acostumbra su propia marcha y definió la protesta como «una revuelta masiva contra las medidas bárbaras» que anunció el gobierno.
En Atenas, donde unas 30 000 personas participaron en las manifestaciones, se registraron choques con la policía. Grupos de manifestantes atacaron varias sedes de bancos y empresas.
«Hacemos huelga y manifestamos porque estamos en una situación muy difícil, pero lo que está ocurriéndole al país es muy preocupante, y la verdad es que creo que el gobierno no nos escuchará», declaró Christos, un empleado de poco más de 30 años.
Ante la magnitud del ajuste que se propone imponer el gobierno —que debe llevar el déficit público a menos del cuatro por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en dos años, partiendo de un 12 por ciento—, muchos analistas apuntan que las medidas anunciadas por Papandreu y aprobadas por la Unión Europea pueden revelarse insuficientes.
Una misión conjunta de la UE y el Fondo Monetario Internacional comenzó a analizar las cifras y proyecciones presentadas por el gobierno, para verificar si no son necesarias medias adicionales.