El presidente constitucional de Honduras Manuel Zelaya denunció la situación que vive su país. Autor: AP Publicado: 21/09/2017 | 04:52 pm
MADRID, noviembre 18.- El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, descartó este miércoles un eventual acuerdo con el régimen golpista de Roberto Micheletti previo a la celebración de las elecciones en el país centroamericano.
«Veo muy difícil un acuerdo antes de los comicios del 29 de noviembre próximo, aunque nunca se debe decir que es imposible», expresó el mandatario en declaraciones telefónicas a la radioemisora española Onda Cero.
Subrayó que de su parte ya no existe ni el menor ánimo ni oportunidad de retomar el diálogo con el gobierno de facto, después de cuatro meses de frustración para muchos organismos internacionales y de desencanto para el pueblo hondureño.
Zelaya recordó que durante ese tiempo el régimen de Micheletti mantuvo una negociación totalmente falsa, la cual terminó en un juego tramposo y sucio.
«Negocié y cedí en todo lo que me pidieron durante cuatro meses, autorizamos la firma de un acuerdo y al final ese pacto fue roto por los golpistas», denunció el gobernante legítimo.
De esas infructuosas pláticas confesó haber aprendido una lección: quien encabeza un golpe de Estado no entiende de diálogo y menos de democracia, puntualizó el estadista.
«Micheletti infringió la ley, dirigió una asonada golpista, interrumpió el proceso democrático en nuestra nación y nos entretuvo durante largo tiempo con un diálogo totalmente falso», insistió.
«Ellos podrán seguir conversando con la comunidad internacional, pero con nosotros ya no gozan de ninguna confianza ni credibilidad», enfatizó.
«No podemos confiar en los poderes legislativo y judicial, cuando ambos protagonizaron la conspiración del 28 de junio contra el gobierno electo por el pueblo hondureño», remarcó Zelaya.
Interrogado sobre los venideros comicios opinó que serán una burla a la sociedad por irrespetar la soberanía popular, un principio elemental dentro del sistema democrático.
«Aquí no existe ese respeto, el presidente en funciones lo pusieron los militares y el elegido por el pueblo está rodeado por esos mismos uniformados en la sede de la embajada de Brasil en Tegucigalpa», indicó en alusión a su refugio en esa legación.
«Bajo un régimen de presión, de terror y de violación a los derechos humanos, ese proceso electoral constituye una burla y un fraude para la sociedad hondureña», manifestó.
Consultado por Onda Cero si planeaba permanecer en la misión diplomática brasileña, Zelaya respondió que él es presidente hasta el 27 de enero de 2010 y que su función, hasta entonces, es defender el mandato del pueblo.
Por último, alertó que la ruptura del orden constitucional en Honduras queda en manos de la Organización de Estados Americanos.