ROMA, noviembre 18.— La cumbre de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) concluyó este miércoles en Roma con un balance negativo, reportó DPA.
La crisis alimentaria solo podrá combatirse «cuando a las palabras les sigan hechos», dijo el director de la FAO, Jacques Diouf, en la rueda de prensa con la que se cerró la cumbre. El alto funcionario se mostró pesimista ante la falta de resultados concretos durante la cumbre, sobre todo teniendo en cuenta que actualmente más de
1 000 millones de personas pasan hambre en el mundo. Según AFP, Diouf pidió a los países ricos fondos especiales de 44 000 millones de dólares al año para reactivar el sector de la agricultura, pero los ocho países más industrializados (EE.UU., Canadá, Rusia, Japón, Francia, Alemania, Gran Bretaña e Italia) ofrecieron solo repartir los 20 000 millones anunciados en julio, y eso para los próximos tres años.
Además, el jefe de la FAO criticó que tan solo unos 60 presidentes y primeros ministros acudieran al encuentro, lo que, según él, «ha reducido la discusión a un plano puramente técnico». El director del organismo internacional llamó a actuar urgentemente «ya que los pobres y hambrientos no pueden esperar».
Anteriormente organizaciones de ayuda humanitaria, medios de comunicación y observadores tacharon la cumbre de «fracaso». Aunque asistentes de más de 190 países de la FAO subrayaron nuevamente la necesidad de actuar contra el «expolio de los países pobres», podría tardar años en alcanzar un acuerdo claro, publicó el diario milanés Corriere della Sera.
Desde que comenzó la crisis financiera, ha aumentado la compra de terrenos en Estados pobres por parte de transnacionales y fondos de inversión. Con ello no solo no se apoya el cultivo para consumo propio en esa región, sino que al actuar en favor de la exportación, se atenta contra los intereses de los hambrientos.