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Solidaridad con Cuba en Gran Bretaña

Una moción para pedir al ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, David Miliband, que contribuya a mejorar las relaciones diplomáticas con Cuba, fue firmada por 248 miembros de la Casa de los Comunes

Autor:

Juventud Rebelde

LONDRES, noviembre 12.— Una moción para pedir al ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, David Miliband, que contribuya a mejorar las relaciones diplomáticas con Cuba, fue firmada por 248 miembros de la Casa de los Comunes (Cámara Baja del Parlamento británico).

El texto ha sido apoyado por diputados de todos los partidos, incluidos 17 ex ministros, como el ex líder conservador Michael Howard; la ex secretaria laborista de Desarrollo Internacional, Clare Short, y su correligionario Sir Gerald Kaufman.

Por el Partido Laborista (en el gobierno), fueron 158 los firmantes, lo que representa el 65 por ciento de esa fuerza parlamentaria, mientras que 55 liberal-demócratas, de un total de 60, también rubricaron el texto.

La respuesta oficial del Partido Conservador, el principal de la oposición y que se perfila como posible ganador en los comicios de mayo próximo, es que «ya está liderando el camino en este asunto, como evidenció la visita a Cuba del diputado William Hague», a quien se considera como futuro canciller. A pesar de ello, 20 de sus parlamentarios también se adscribieron a la moción.

Por su parte, el legislador laborista Jeremy Corbin, aseguró que «248 diputados han condenado el bloqueo de EE.UU. contra Cuba. Es tiempo de que el gobierno trace una política exterior independiente. Es hora de que los ministros escuchen a los de su propia bancada».

En octubre, por decimoctava ocasión consecutiva, la ONU votó para ponerle fin al bloqueo norteamericano contra la Isla. Este año, 187 países dieron un respaldo contundente al levantamiento de las injustas sanciones, solo respaldadas por EE.UU., Israel y Palau.

Rob Miller, director de la Campaña de Solidaridad con Cuba en Gran Bretaña, afirmó que «es gratificante ver a los diputados pugnando por mejorar las relaciones, lo que al mismo tiempo debe avergonzar al gobierno británico, que parece estar nadando contra la corriente en cuanto a este tema. ¡Vamos, señor Miliband, ya es tiempo de cambiar!».

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