Injustamente encarcelado hace 34 años en la prisión federal de Lewisburg, Pennsilvania, Leonard Peltier, líder del Movimiento de Indios Americanos (AIM), ciudadano de las naciones Ojibwa-Sioux de la Reservación India de Turtle Mountain, en Dakota del Norte, está en espera el próximo 27 de julio de una nueva audiencia ante el Buró de Prisiones de Estados Unidos que decidirá o no su libertad bajo palabra, en la condena de dos cadenas perpetuas que sufre bajo la falsa acusación de haber matado a dos agentes del FBI, durante el ataque que ese cuerpo represivo policíaco realizara el 26 de junio de 1975 contra la Reservación India de Pine Ridge, en Dakota del Sur.
Víctima de la persecución política del Buró Federal de Investigaciones, Peltier es un símbolo del abuso y la represión contra los pueblos indígenas, pues la presencia del AIM en Pine Ridge obedecía a que el consejo de ancianos y los residentes de la reserva habían solicitado el apoyo y la protección a la organización que defendía los derechos de los pueblos aborígenes. Se afirma que meses antes se había encontrado uranio y carbón en el lugar, y en el acoso al pueblo Lakota habían muerto asesinadas más de 250 personas de la etnia, aunque otros hablan de unos 60 en el plazo de apenas tres años. Hasta el día de hoy ninguno de esos crímenes cometidos por los agentes federales y sus ayudantes han sido investigados.
Usando como pretexto el robo de un par de botas, una docena de agentes del FBI rodearon y atacaron el rancho de la familia Jumping Bull, y se entabló un enfrentamiento de horas en el que murieron el nativo Joe Stuntz, y los agentes Jack Coler y Ronald Williams. Tanto Peltier como otros miembros de AIM lograron escapar del lugar, pero fueron arrestados Bob Robideau y Darrell «Dino» Butler, quienes fueron juzgados en Rapid City, en Iowa, por la muerte de los dos federales, aunque un jurado de todos blancos acordaron que sus acciones ocurridas en Pine Ridge habían sido en defensa propia.
Ansiosos de buscar un responsable y víctima para vengar la muerte de sus hombres, el FBI persiguió con saña a Leonard Peltier, —quien había logrado escapar a Canadá—, fabricó falsos reclamos en su contra, logró la extradición, lo juzgaron, y fue convicto y sentenciado a dos cadenas perpetuas.
Como en otros procesos de prisioneros políticos en Estados Unidos —los cubanos conocemos bien el caso de los Cinco: Gerardo Hernández, Ramón Labañino, René González, Antonio Guerrero y Fernando González—, el juicio a Leonard Peltier estuvo plagado de irregularidades cometidas tanto por la fiscalía como por el FBI, incluidos la falsificación de evidencias y los testimonios forzados que luego fueron desmentidos, así como el deliberado ocultamiento de decenas de miles de páginas de documentos del FBI bajo el pretexto de la «seguridad nacional».
Convicto en 1977, al dirigente indio se le han negado las apelaciones para un nuevo juicio, a pesar de la mala conducta del FBI, como señalaba recientemente la organización ANSWER que reclama el apoyo internacional y de los estadounidenses para Leonard Peltier, quien en una declaración el pasado 27 de junio de 2009 agradecía la ayuda a la causa de los pueblos indios y a él como prisionero político, por parte de la gente que ama la libertad, la tierra y la familia.
Peltier, quien tiene ahora 64 años y se siente un hombre con la esperanza de que algún día alcanzará su libertad, denuncia también el insaciable apetito de los poderosos, de los que están enfermos de indiferencia ante los sufrimientos humanos, de quienes en nombre de la «religión» o la «libertad» enfrentan a unos pueblos contra otros, y alerta contra los que destruyen a la Madre Tierra, contra los que en ese país (Estados Unidos) han fallado en seguir su propia Constitución, y han creado nuevas reservaciones llamadas Iraq y Afganistán.
La salud de Leonard Peltier es ahora precaria, en su carta incluso habla de un ataque al corazón reciente y de los golpes recibidos hace un año aproximadamente.
Existe una película documental titulada Incidente en Oglala, producida por Robert Redford, basada en los sucesos de la reserva de Pine Ridge en 1975, que como se dice en Wikipedia, «no ha sido distribuida a los cines ni americanos ni europeos».
Tampoco se ha podido conseguir la liberación de quien califican como el más digno de los norteamericanos originales, el jefe sioux Leonald Peltier.
Las organizaciones de apoyo a Leonard Peltier solicitan que se escriban cartas antes del 14 de julio al Buró de Prisiones y a todas aquellas autoridades que pueden hacer justicia.