La periodista de Telesur, Adriana Sívori, denunció la detención a punta de fusil de la que fue objeto por militares golpistas en Honduras y el posterior traslado, sin explicaciones, hacia la dirección de Inmigración de Tegucigalpa.
Cuando intentaba, junto a otros dos compañeros de la propia televisora y cuatro colegas de la agencia AP, acercar al mundo hacia la información oportuna y verás sobre la realidad de lo que está sucediendo en Honduras, militares los despojaron de sus pertenencias y documentos, los empujaron y golpearon sin piedad para montarlos en un camión y trasladaron en una caravana del ejército hacia la oficina de Inmigración.
Ante la presión de la propia periodista y del embajador de Venezuela en Honduras, Armando Laguna Laguna, quién llamó a un general de la Fuerza Armada para conocer sobre el paradero del grupo, fueron posteriormente puestos en libertad.
Adriana Sivorí anunció que en estos momentos se trasladaban hacia el hotel desde donde fueron arrestados y responsabilizó totalmente al Ejército hondureño sobre la seguridad de los equipos de prensa.