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El mandatario mexicano Felipe Calderón expresó la enérgica condena al golpe de estado perpetrado en Honduras, en representación de todos lo gobiernos representados en el Grupo de Río que él preside.
Calderón exigió la «restitución de la institucionalidad democrática, incluido el retorno del presidente Manuel Zelaya al poder de conformidad establecido por la constitución de este hermano país, la carta democrática interamericana y la carta del orden de Estados Americanos, así como los principios que integran e inspiran la actuación del Grupo de Río.
Añadió que son totalmente inaceptables los métodos violentos utilizados para acabar con un gobierno legalmente instituido, al igual que la forma en que fue detenido y obligado a salir de su país el presidente hondureño.
Calderón reclamó además, la integridad física de todos los integrantes del gobierno de Zelaya y de sus familiares, así como la abstención por parte de los responsables de estos actos de continuar realizando más detenciones arbitrarias.
Como presidente de México aseguró que su país está decidido a apoyar las decisiones de los organismos de concertación regional que busquen la pronta restitución del orden constitucional.
«La democracia es una conquista de la conciencia y de la inteligencia», aseveró Felipe Calderón y enfatizó que «hoy más que nunca es imprescindible garantizar el triunfo de la política sobre la violencia, el diálogo sobre la intransigencia, y de la racionalidad sobre la sinrazón». Con estas palabras, el secretario protempore del Grupo de Río, abrió el diálogo entre los presidentes que integran dicha organización, no sin antes anunciar que ya se está proyectando una declaración por parte de las delegaciones representadas en ella.
