MADRID, abril 24.— España registró más de cuatro millones de desocupados en el primer trimestre de 2009, récord de los últimos 30 años, según los datos difundidos el viernes por el Instituto Nacional de Estadísticas, citados por ANSA.
La tasa de desocupación alcanzó a 17,36 por ciento, el nivel más alto desde 1998. El número de desocupados españoles al término del primer trimestre, precisó el Instituto, fue de 4,01 millones, con un aumento de 1,83 millones en los últimos 12 meses.
Respecto al trimestre precedente, el aumento de desempleados fue de 802 000. Para 2010 se prevé una desocupación cercana al 20 por ciento en España, con lo cual uno de cada cinco españoles de la población económicamente activa estará sin trabajo.
En particular, genera preocupación uno de los datos provistos por el Instituto: más de un millón de familias tiene hoy a todos sus miembros desocupados, con un aumento de 108,45 por ciento en un año, y que equivalen al 6,3 por ciento de todas las familias de la nación ibérica.
Según el diario El País, en términos de Producto Interno Bruto, España ahora está duodécima en el mundo, por debajo de México, y podría ser postergada por Corea del Sur y Canadá.
«Estamos en el peor momento de la crisis», dijo la viceprimera ministra María Teresa de la Vega, quien invitó a no hacer «vaticinios apocalípticos».
En tanto, la nueva ministra de Economía, Elena Salgado, habló de datos «peores de lo previsto», pero se mostró convencida de que desde abril habrá «una inversión de tendencia».
Por su parte, el líder opositor Mariano Rajoy, del derechista Partido Popular, habló de un «drama nacional» y añadió que el país va «hacia el precipicio», porque el gobierno presuntamente no promueve medidas eficaces contra la crisis.
El gabinete del primer ministro, José Luis Rodríguez Zapatero, del Partido Socialista Obrero Español, sigue sosteniendo que espera un próximo efecto sobre el mercado de trabajo del plan de grandes obras lanzado meses atrás, que ya ha creado 73 000 puestos laborales.
El creciente descontento hacia el gobierno podría tener un impacto ya en las elecciones europeas de junio próximo, cuyas encuestas prevén una derrota del partido oficialista a manos del PP. Si ello ocurriera, podría influir negativamente, según algunos pronósticos, en la estabilidad del gobierno de Zapatero, y obligarlo a dimitir antes de terminar la actual legislatura (2008-2012).