Desde 2005, Laurent Nkunda está acusado de crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos. Foto: AP KINSHASA.— El jefe rebelde congolés del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), Laurent Nkunda, será extraditado de Ruanda, donde fue hecho prisionero, a la República Democrática del Congo (RDC).
«Ruanda ha aceptado la extradición de Laurent Nkunda sin condiciones», dijo el ministro de Comunicación congolés Lambert Mende, en conferencia de prensa, mientras anunciaba la creación de un equipo técnico para organizar la repatriación del ex general, informó EFE.
Una vez que regrese a la RDC, «Nkunda será puesto a disposición de la justicia y, como cualquier otro ciudadano, se beneficiará de sus derechos y su seguridad estará garantizada», aseguró el ministro y portavoz del gobierno de Kinshasa.
El pasado 22 de enero, Nkunda fue detenido en territorio ruandés luego de cruzar la frontera desde la RDC tras un enfrentamiento entre sus guerrilleros y unidades conjuntas congoleñas y ruandesas y con ello quedó descabezado el CNDP.
En 2004, Nkunda, líder de los rebeldes tutsis congoleños, emprendió una rebelión contra Kinshasa, aludiendo que defendía los derechos de su etnia y evitar que fuera discriminada y reprimida. Desde 2005, está acusado de crímenes de guerra y violación de los derechos humanos por los tribunales congoleños.
El titular de Comunicación, Lambert Mende, también alegó que marchan bien las operaciones militares en la provincia oriental de Kivu Norte, donde actúan unidades conjuntas de las Fuerzas Armadas de la RDC y de Ruanda, para desarmar a grupos irregulares armados, en especial a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR).
Las FDLR están compuestas por efectivos del antiguo ejército ruandés y miembros de la milicia ruandesa Interahamwe, responsables del genocidio de 1994 en Ruanda, en el que murieron unos 800 000 tutsis y hutus moderados, que huyeron al Congo.
La guerra en el este congolés es uno de los conflictos más sangrientos luego de la Segunda Guerra Mundial, al ocasionar más de 5,4 millones de muertos, alrededor de 45 000 víctimas mortales por mes y un millón de desplazados, desde 1998.