LA PAZ.— Planes conspirativos contra el presidente Evo Morales y el empleo de fondos para desestabilizar a Bolivia sobresalen entre las verdades que el subsecretario norteamericano de Estado Tomas Shannon pretendió desconocer aquí, en su visita oficial, comentó PL.
Sin embargo, las pruebas fueron presentadas a Shannon, a cargo de los Asuntos del Hemisferio Occidental en el Departamento norteamericano de Estado, con la idea de reencauzar las relaciones diplomáticas —como el funcionario dijo era su deseo al llegar aquí— pero con respeto a la soberanía nacional.
El funcionario estadounidense fue recibido en la madrugada de este miércoles en Palacio Quemado por el mandatario boliviano.
Una hora después, Shannon alegó en conferencia de prensa que la única conspiración que pretendía el gobierno del presidente George W. Bush era «contra la pobreza, la desigualdad y la exclusión social», una frase que no convenció y evidentemente tomó prestada al gobernante de origen aymara, aunque no lo dijo, comentó el cable.
Asimismo, adelantó que ambas partes valoraron futuros procesos de negociación en cooperación económica, lucha contra el narcotráfico, comercio y temas judiciales.
Pero esquivó interpelaciones de la prensa sobre las contundentes acusaciones de maniobras subversivas de Washington, en las cuales ha estado involucrado su representante en La Paz, Philip Goldberg.
A ello se refirió entre líneas el canciller boliviano, David Choquehuanca, cuando minutos más tarde afirmó ante los medios de comunicación que su país quería vínculos bilaterales más transparentes.
El ministro de Relaciones Exteriores y Cultos insistió también en regulaciones migratorias y en la necesidad de ahondar en el verdadero intercambio cultural e intelectual.
«No estamos en contra de que vengan estudiantes y delegaciones de Estados Unidos para intercambiar experiencias. A Bolivia le interesa el intercambio cultural con Estados Unidos», afirmó. Pero aclaró que esos lazos deben desarrollarse bajo estricta claridad.
En julio de 2007, el titular denunció a la administración Bush por violar principios elementales de la política exterior al utilizar a un becario del norteño país para espiar la colaboración que presta Cuba y Venezuela a la nación andina.
El Canciller explicó que también se abogó por la necesidad de transparentar los fondos destinados a la nación andina por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), acusada de realizar actividades subversivas.
Al parecer, Shannon mostró oídos sordos a las evidencias presentadas sobre este particular, en agosto pasado, por el ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana, quien afirmó que hasta esa fecha, 89 de 134 millones de dólares provenientes de la cooperación de Estados Unidos, financiaron a sectores opositores bolivianos.
En ese entonces la respuesta de USAID fue el silencio cómplice y luego la exposición de argumentos que nadie creyó, según encuestas.
La Paz mantiene objeciones a la labor diplomática del embajador Goldberg y a los principios de la «cooperación» que canaliza a través de USAID. Integrantes de esa entidad fueron expulsados recientemente de la zona cocalera del Chapare, en el central departamento de Cochabamba.
Además de entrevistarse con Morales, Shannon pretende desplazarse a esa región, aunque el diputado del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) y dirigente de los cocaleros, Asterio Romero, indicó que antes tiene que pedir permiso al ejecutivo, y el Presidente también rechazó esa posibilidad porque no había sido solicitado el permiso correspondiente y atentaba contra la soberanía boliviana.
El pasado 9 de junio, vecinos de la ciudad de El Alto marcharon frente a la embajada estadounidense en La Paz en protesta por la concesión de asilo político en el norteño país al ex ministro de defensa Carlos Sánchez Berzaín, involucrado en la masacre cometida en esa localidad durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.
La víspera, en un acto popular en la sureña provincia de Colquechaca (Potosí), Morales aseveró que esas verdades serían expuestas para denunciar la campaña que se hace desde Washington contra su gestión de gobierno.
El mandatario dijo también que la oposición utiliza el dinero que Washington entrega a través de la USAID para buscar el apoyo ciudadano a la revocación de su mandato en el referendo del próximo 10 de agosto, agregó PL.
A propósito, un despacho de la Agencia Boliviana de Información (ABI) dio a conocer el pronunciamiento de la Corte Nacional Electoral (CNE), al ratificar que el referendo revocatorio del 10 de agosto continúa adelante, y aclarar que solo una ley de la República o una resolución del Tribunal Constitucional (TC) puede paralizar o diferir este proceso democrático.
Ello responde a la actitud de la magistrada suplente del Tribunal Constitucional, Silvia Salame, quien la víspera, decidió «suspender» la consulta, intento que fue calificado de «cantinflesco» por el Gobierno debido a su falta de sustento legal; el ejecutivo también anunció que será sometida a un proceso penal acusada de prevaricato.