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Veteranos de la Guerra del Chaco y miembros de movimientos sociales y populares participaron en los actos de conmemoración. Foto: ABI TARIJA, Bolivia.— A 73 años del cese de hostilidades de la Guerra del Chaco, los presidentes y los comandantes de las Fuerzas Armadas de Bolivia y Paraguay sepultaron definitivamente este sábado la beligerancia, y reivindicaron la unidad e integración de ambos pueblos en pos de mejores derroteros que señalen el camino del desarrollo, consideró la Agencia Boliviana de Información al dar cuenta de los actos oficiales encabezados por los presidentes Evo Morales y sus colegas del país vecino, Nicanor Duarte Flores y el electo Fernando Lugo.
Los actos conmemorativos tuvieron lugar en la Escuela de Cóndores de Sanandita, en Tarija, donde aguardaron la llegada de los mandatarios cadetes paraguayos y militares bolivianos, además de organizaciones sociales, campesinos e indígenas, y los beneméritos de la Guerra del Chaco, narró el despacho.
El presidente de Paraguay, Nicanor Duarte, reivindicó la integración boliviana-paraguaya, y aseguro que la Guerra del Chaco fue impulsada por intereses ajenos a ambos pueblos.
«El cese de hostilidades, fin de una guerra impuesta por intereses extraños a los pueblos, guerra movida por intereses que se tejieron en otras latitudes por afanes de dominación del mercado de bienes estratégicos, de hegemonías culturales que siguen motivando guerras injustas», aseguró el mandatario paraguayo.
Por su parte, el presidente Evo Morales remarcó que Bolivia y Paraguay son dos países que tienen una misma historia de lucha por la dignidad y soberanía de los pueblos.
«Antes estos campos eran de batalla, hoy son de integración», afirmó.
Evo señaló que lo más importante ahora es avanzar en la unidad e integración de los pueblos de América Latina y por ello reivindicó la creación de UNASUR, la Unidad Sudamericana de Naciones.
La agenda de Duarte y Lugo en Bolivia también contempla conversaciones durante las cuales analizarán las relaciones bilaterales, principalmente la integración vial y aduanera, y la cooperación en la esfera energética, informó PL a tenor con adelantos brindados por la Presidencia.
En julio de 2007, ambos gobiernos impulsaron el mejoramiento de una carretera de 122 kilómetros que une a Asunción con el puesto militar paraguayo de Infante Rivarola, en la frontera con Bolivia.
Otra obra construida de manera conjunta es un nuevo puesto de control de aduana, en la localidad boliviana de Villazón, frente a la paraguaya de General Garay.
La celebración de la histórica efeméride concluirá con un partido de fútbol entre las representaciones de ambos países, precisó el cable.
Durante la Guerra del Chaco (1932-1935), 250 000 soldados bolivianos y 150 000 paraguayos se enfrentaron en los cañadones chaqueños, azotados por la malaria y otras enfermedades y por la falta de agua que los diezmó más que las balas, apuntó ABI. Entre los saldos se cuentan 55 000 bajas del lado boliviano y 40 000 paraguayas.
Según precisó la estatal Radio Patria Nueva, la conmemoración oficial debió realizarse en la localidad de Villamontes, también en Tarija, pero grupos violentos de la Unión Juvenil Cruceñista, brazo de choque de la prefectura de Santa Cruz, obstaculizaron el homenaje con actos hostiles, dijo PL.
Al respecto el portavoz presidencial, Iván Canelas, explicó que es injusto además de ilegal que delincuentes se trasladen por todo el país, como sucedió la víspera en Santa Rosa del Sara, para generar violencia.
Es lamentable que personas en nuestro país no conozcan ni respeten la historia común con Paraguay, en un día cuando todos los bolivianos deberíamos estar unidos, afirmó.
