WASHINGTON.— Una tormenta política envuelve hoy a Washington luego que el presidente George W. Bush decidiera prácticamente sacar de la cárcel a su amigo y aliado republicano Lewis Libby, inculpado por perjurio, declaraciones falsas y obstrucción de la justicia en un caso de descubrimiento ilegal de una espía estadounidense.
No obstante, añade PL, el inquilino de la Casa Blanca decretó conmutación de sentencia para Libby (sentenciado a dos años y medio de prisión), algo con lo que la mayoría de los ciudadanos norteamericanos están descontentos.
Una encuesta de la agencia SurveyUSA mostró que solo un 21 por ciento de los entrevistados apoyó la reciente decisión de Bush sobre el antiguo asesor del vicepresidente Richard Cheney.
Mientras, el 60 por ciento de los consultados cree que el mandatario debió haber dejado intacta la pena judicial contra su ex ayudante en la mansión ejecutiva.
«Respeto el veredicto del jurado, pero he concluido que el tiempo de encierro es excesivo. Por consiguiente, decidí cambiar la parte del dictamen referente a los 30 meses de cárcel», explicó el gobernante en una declaración escrita el pasado lunes.
Libby, de 56 años, sirvió como jefe de personal de Cheney, consejero de la Oficina Oval para asuntos de seguridad nacional, y consultivo de Bush desde 2001 a 2005.
Por su parte, el principal fiscal en el proceso, Patrick Fitzgerald, disintió del argumento del presidente acerca de que el término de la prisión era excesivo. «Libby fue condenado bajo las mismas reglas que otros delincuentes», precisó.
«Es fundamental que la Casa Blanca recuerde que la ley federal debe observar a todos los ciudadanos como iguales ante la barra de la justicia», apuntó el procurador.
De igual modo, la portavoz de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, manifestó que Bush «acaba de indultar una incontestable conducta delictiva».
Su correligionario, el senador demócrata por Illinois, Richard Durbin, opinó que el mandatario inauguró dos juegos de reglas: una para los funcionarios de su administración y otra para el resto de Estados Unidos.