El grupo de tarea del portaaviones Eisenhower ya está en el Golfo.
WASHINGTON, diciembre 19.— Empantanado en Iraq, Estados Unidos amenaza ahora militarmente a Irán y los estrategas del ministerio de Defensa valoran la posibilidad de incrementar la presencia en el Golfo Pérsico de unidades de su marina de guerra, según admitió este martes un alto funcionario del Pentágono.Según trascendió, llevar otro grupo de combate al área, donde ya se encuentra desplegado el portaaviones Dwight D. Eisenhower con otras cuatro unidades y submarinos, tripulados por 6 500 marinos, es visto como «una demostración de fuerza ante Irán», dice PL.
Las relaciones entre Washington y Teherán alcanzaron un clima de alta tensión por las acusaciones de la Casa Blanca de que los iraníes desarrollan un programa nuclear con fines militares.
Además, el presidente George W. Bush acusa a ese país de incitar la violencia sectaria en el ocupado Iraq.
El incremento de la presencia militar norteamericana puede llevar a un estallido que afectaría a toda la región y crearía una crisis de efectos insospechados para el comercio petrolero mundial, estiman analistas.
Sin embargo, la Casa Blanca y algunos de sus aliados europeos presionan para que el Consejo de Seguridad de la ONU imponga sanciones contra los iraníes, porque estos se niegan a ceder en un derecho soberano.
Teherán mantiene su posición de enriquecer uranio para usarlo como combustible para sus planes de producir energía eléctrica, pero Washington estima que ese país trata de dotarse de armas atómicas.
Hace varias semanas, fuentes militares dijeron que el Pentágono valoraba la posibilidad de aplicar medidas de fuerza contra la nación persa, sobre todo bombardear sus centros de investigaciones y centrales nucleares.
Las mismas fuentes descartaron que se pudiera producir una intervención directa de fuerzas militares atendiendo a la crisis que enfrentan en Iraq.
Este martes, la televisora estadounidense CNN daba cuenta de aprestos navales para enviar otro grupo de tarea al Golfo Pérsico, aunque sin precisar una fecha para su partida.
Mientras, la diplomacia estadounidense presiona para que esta semana el Consejo de Seguridad vote a favor de las sanciones. «Queremos una votación antes del fin de semana», declaró Sean McCormack, vocero del departamento de Estado.