WASHINGTON, octubre 23.— Si el gobierno del primer ministro Nuri al Maliki no consigue frenar la violencia reinante en Iraq, EE.UU. debe decirle que abandonará el país, opinaron influyentes senadores republicanos y demócratas.
Según un corresponsal del rotativo español El País, que hace referencia al diario The New York Times, la Casa Blanca se dispone a presentar un calendario con fases y fechas para que Iraq ataje los enfrentamientos y asuma más responsabilidades.
«Controlar las milicias y deshacerse de ellas es la tarea del primer ministro Al Maliki, no la de las fuerzas de la coalición», dijo el senador republicano John Warner, que preside el Comité de Fuerzas Armadas del Senado. «Si los iraquíes no quieren llegar a compromisos para repartir el poder y el petróleo y van a ir hacia una guerra civil, tendremos que decirles: «Van a hacer eso sin nosotros», dijo Carl Levin, el principal demócrata en el mismo comité.
Los dos coincidieron ayer en que la Casa Blanca tiene que amenazar al gobierno iraquí con la retirada si no hay cambios en el actual descontrol.
Las declaraciones de los senadores coinciden con el intento de la Casa Blanca de contrarrestar el caos iraquí. Bush se reunió el sábado con los mandos militares y con su equipo de seguridad y defensa, para adaptar tácticas sin cambiar de estrategia. El mandatario norteamericano insiste en que EE.UU. no se irá de Iraq hasta no «cumplir la misión», mientras en lo que va de octubre han muerto 80 soldados y 900 iraquíes, y en Ramadi han desfilado libremente miembros de las fuerzas de la resistencia.
Según The New York Times, el gobierno iraquí prepara un calendario para forzar a Bagdad a que enfrente con eficacia la violencia interétnica y para que se haga cargo de mayores parcelas en seguridad. Las tropas norteamericanas, a medida que las iraquíes asumieran más tareas, se retirarían a sus bases, lejos de los peligrosos ataques de la insurgencia, aunque habría asesores militares de EE.UU. en las divisiones iraquíes.
Por su parte, Alberto Fernández, encargado de prensa en la Oficina de Oriente Próximo del Departamento de Estado de EE.UU., dijo a la cadena de televisión Al Jazeera que «la historia decidirá el papel que EE.UU. ha jugado en Iraq», y añadió: «Hemos intentado hacerlo lo mejor posible (...). Pero creo que hay espacio suficiente como para que haya críticas fuertes, porque sin duda hubo arrogancia y estupidez por parte de EE.UU. en Iraq».