Foto: AP CIUDAD DE MÉXICO, julio 6.— Por escasísima diferencia de menos de 200 000 votos, el Instituto Federal Electoral (IFE) dictaminó que Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN), resultó ganador de las elecciones presidenciales de México sobre Andrés Manuel López Obrador, de la alianza Por el bien de todos, un resultado que esta agrupación anunció va a impugnar ante las instancias superiores, lo que puede abrir un largo proceso, estimaron analistas.
Según el IFE, Calderón obtuvo un 35,88 por ciento y su contendiente, el 35,31 por ciento de las papeletas emitidas el domingo por más de 41 millones de votantes.
El dictamen mantuvo en vilo al país y a la opinión pública internacional durante todo el miércoles hasta este jueves, cuando culminó el reconteo de las actas, proceso con el que Obrador y la alianza que representa no estuvieron de acuerdo, al insistir en la existencia de irregularidades y en la necesidad de un conteo «voto por voto».
En conferencia de prensa este jueves, López Obrador impugnó el resultado y exhortó a sus seguidores a reunirse en el Zócalo el sábado para celebrar una asamblea donde informará sobre las irregularidades, al tiempo que reprochó al IFE no haberse tomado más tiempo para la revisión.
Sin embargo, hicieron lo opuesto y resolvieron en solo unas horas una elección que numéricamente está todavía sin decidir, deploró, según PL.
Negó que en tales circunstancias pudiera percibirse voluntad política ni democrática por parte del gobierno federal, ni del «candidato de la derecha» (Felipe Calderón), pero sí muchas dudas sobre la actuación del IFE.
No obstante, en declaraciones reproducidas por El Universal poco antes de dar los cómputos finales, Luis Carlos Ugalde, titular del IFE, estimó que la instancia «ha cumplido su trabajo» y que «si algún partido quiere interponer algún recurso, está el TEPJF (Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación), y están en su derecho de acudir a él».
«Nosotros únicamente informamos de las cifras… hoy concluye el papel del IFE en lo que respecta a la presidencia», reiteró.
Sin embargo, ante una pregunta del diario, Ugalde aceptó que el IFE tiene la obligación de abrir los paquetes electorales —que es lo que Por el bien de todos ha pedido— aunque solo, dijo, «cuando se presentan causas justificadas, especificadas en la ley». Afirmó que en el conteo distrital hubo cientos de paquetes que se abrieron; pero la instancia no podía «extralimitarse».
En cuanto a los tres millones de votos ubicados en las llamadas actas con «inconsistencias» y que se denunciaron como faltantes, Ugalde dijo que las actas sumaban 11 000, y que el miércoles se habían consultado y agregado a los cómputos.
En tanto, analistas como Jorge Zepeda, del propio diario, señalaban que si bien el resultado «es irreversible», el PRD tiene toda la razón para mostrarse suspicaz por el desempeño de las autoridades federales y algunas omisiones de parte del IFE.
«Esperemos que los tribunales tengan la flexibilidad para ofrecer pruebas que dejen tranquilos tanto a los vencedores como a los derrotados», arguyó.
En su encuentro con los periodistas, López Obrador había reiterado que hay demasiadas irregularidades e inconsistencias, lo que hace que no podamos aceptarlo, y reafirmó que cuenta con todos los elementos para demostrar la poca transparencia que caracterizó a los comicios, así como lo que consideró falta de independencia del órgano electoral, reportó PL.
López Obrador confirmó que impugnarán el resultado de los comicios ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) e insistirán en la necesidad de recontar los alrededor de 40 millones de votos emitidos, uno por uno.
Según PL, expertos nacionales coincidieron con la alianza opositora en que el prestigio de México exige contar nuevamente los votos.
En las condiciones presentes, toda la elección descansa en la transparencia; si prevalecen las dudas, se habrá minado en su origen la legitimidad del nuevo mandatario, sostuvo el analista Guillermo Nieto.
Jurídicamente, señaló, la exigencia de abrir todos los paquetes electorales hecha por la coalición es sustentable, e insistió en que hoy nadie podría pretender gobernar sobre la base de una elección cuestionada.
Si al final, por la vía de facto, se legitima una nueva presidencia, el costo para la joven democracia mexicana puede ser inconmensurablemente elevado, sentenció.