Los estímulos en ese período son fundamentales para desarrollar los sentidos, movimientos, pensamiento y capacidad de aprendizaje
Los primeros cinco años de vida son los más importantes para el perfeccionamiento del cerebro. Los estímulos en ese período son fundamentales para desarrollar los sentidos, movimientos, pensamiento y capacidad de aprendizaje.
Se ha demostrado que la cantidad y calidad de los afectos aportados en esa etapa definen en gran medida el estilo de pareja que hará feliz al individuo en el futuro, y por ende, también su identidad, erotismo e ideal reproductivo.
Lo idóneo es empezar desde el embarazo, pero cualquier momento es bueno para establecer un plan que beneficie al bebé. La Unicef ha diseñado programas de estimulación temprana adecuados a cada mes de vida que pueden ejecutarse en casa. Son actividades sencillas, personalizables, y no requieren especialización, solo paciencia, sistematicidad y un ambiente tranquilo para realizarlas.