D.: ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo adolescente que está dudando si es homosexual? Está deprimido después de tener problemas de erección en sus últimas relaciones. Se está atendiendo, pero me tiene muy preocupada y no habla mucho de esos asuntos conmigo.
Su presencia como madre dispuesta a conversar y apoyar puede ser muy útil. Es posible que la depresión de su hijo tenga otras razones insospechadas ahora. Ese estado puede aparecer cuando ignoramos o desestimamos nuestro deseo, pero también cuando algo subjetivo se agrieta. Lo difícil no es aceptar una orientación sexual u otra, sino intentar poco a poco avanzar en algún camino que lo anime.
La disfunción eréctil puede experimentarse ante alguien que se desea mucho, pero «asusta» un poco, u otras razones que no tienen que ver con el gusto, de manera que hay que darle tiempo para comprender lo que lo tiene confundido.
¿Qué experiencias o fantasías eróticas le llevan a suponerse homosexual? ¿Será que duda de su preferencia, o de asumirla públicamente? Ese «¿seré homosexual?» es pregunta recurrente en adolescentes y jóvenes mientras construyen su modo de posicionarse ante su deseo por las mujeres. A veces es una etiqueta para evitar la sensación de desconcierto que experimenta ante la presencia femenina u otras experiencias.
La homosexualidad apunta a una experiencia de satisfacción superior e inequívoca con personas del mismo sexo. Concierne a lo que se elige porque resulta entrañable y vivificante. Es posible que haya tenido una de esas relaciones elegibles y no se atreva a aceptarlo. De cualquier manera, lo más importante es que sea capaz de escuchar su propio decir y se oriente por lo que le encienda alguna ilusión. La atención sicológica puede ser importante para avanzar en su estado de ánimo.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología clínica