Metaverso, criptografía, ciberseguridad, ciudades inteligentes, teletrabajo, blockchain, son términos que se afianzarán este año
Año nuevo, tecnologías nuevas. O al menos eso esperan muchos especialistas y gurús en la materia que durante los últimos días se han dedicado a vaticinar lo que debe ser tendencia en los 12 meses que recién comienzan.
Metaverso, criptografía, ciberseguridad, ciudades inteligentes, teletrabajo, blockchain, entre otros términos se apuntan para ser los protagonistas de un 2022 muy tecnológico. Repasemos algunas de estas tendencias para conocer lo que de ellas se espera.
Por supuesto que comienzo por metaverso. El concepto no solo está de moda, sino que podríamos esperar algunos avances en este año. Dar impulso a una tecnología como esta es interés no solo de Meta, sino de muchas de las grandes compañías tecnológicas que quieren transformar la vida más allá de lo que han hecho con Facebook, WhatsApp, Instagram o YouTube.
Para este 2022 podrían aparecer los primeros anuncios de gafas de realidad virtual de empresas como Apple, Google o Samsung, y veremos también los primeros prototipos en manos de desarrolladores. Meta, por su parte, ya cuenta con Oculus.
A juicio de Jorge Alor, fundador de la agencia digital BNN, el metaverso como tal se dará cuando converjan la realidad virtual, la realidad aumentada y la blockchain; es decir, cuando ya existan transacciones de forma masiva en cadenas de bloques dentro del metaverso y que además haya repercusiones indirectas en otras blockchain, comentó a CNN.
«El metaverso no es un accidente. Está sucediendo porque ahí convergen los datos, la inteligencia artificial, toda la tecnología de videojuegos y de visualización. Será un universo digital, debe tener tiempo continuo, que te puedas transportar en el metaverso, después trabajar ahí, que te paguen y que gastes tu dinero ahí. Tiene que tener una economía que funcione», agregó Alor.
Cada vez más empresas, países y personas naturales aceptan pagos en criptomonedas. Con bitcoin y ether a la cabeza, este es un fenómeno que se acentuará más en este año.
Es el preludio de un cambio de paradigma en la gestión de pagos hecha hasta ahora por parte de los bancos y el mundo financiero tradicional. Así sucede ya con WeChatPay en China y ahora con Bizum. Quizá en 2022 se sumen WhatsApp y un monedero en Apple Pay.
Tras casi dos años de pandemia el teletrabajo ha mostrado más fortalezas que debilidades. Lo que comenzó como una tendencia obligada, ahora parece transformarse para bien.
Así, se espera que en este año las herramientas de videoconferencias sean más sofisticadas e incorporen nuevas prestaciones como pizarras, traducción automática, nuevas visualizaciones del grupo que participa, avatares e incluso reconocimiento de emociones. Los desarrolladores intentarán acaparar esta variante empresarial del metaverso.
Se trata de pasar del hacer mediante correo electrónico a lo inmediato, con plataformas que permitan la conexión instantánea y la toma de decisiones de una manera eficaz, transparente y bien organizada. Slack, Zoom, WeChat, entre otras herramientas de teletrabajo, deben estar a la cabeza del cambio.
Durante años hemos visto avances en la inteligencia artificial (IA), especialmente en el campo de la lingüística. Quizá sea 2022 cuando veamos un lenguaje más natural del lado de las máquinas, ya que se espera que la IA sea capaz de traducir al mismo nivel que los humanos y mejore de forma significativa en las pruebas de comprensión.
También empezaremos a ver más traducciones en tiempo real, primero mediante subtítulos y luego a través de la voz. De acuerdo con un artículo publicado en El Nacional de Cataluña, España, «las voces empezarán a imitar el tono y la modulación de las originales».
Asimismo, las ofertas de paquetes de IA preconfiguradas para ser empleadas en procesos empresariales deben aumentar. La IA del más alto nivel estará al alcance de todos con unas capacidades mínimas de programación, y puede ser un actor clave en el mundo de la logística y las fábricas.
Las plataformas de computación en la nube como AWS, Azure, GoogleCloud y AliCloud seguirán ganando terreno, y serán más usado los asistentes como Alexa, Siri o Google Voice. ¿Diremos adiós al mando del televisor con uno de ellos? Puede ser.
Foto: Caracol radio
En un mundo cada vez más conectado y virtual son los datos su mayor activo. Proteger el flujo de datos es una necesidad cada vez más imperiosa, pues los ciberdelincuentes están a la caza de cualquier debilidad para sacar provecho.
En mayo de 2021, por ejemplo, un ataque ransomware a un oleoducto en Estados Unidos provocó su cierre y con este, la subida de precios de los combustibles y desabastecimiento.
Por eso es tan importante la ciberseguridad, y los expertos recomiendan varias cuestiones. Lo primero es tener sistemas de prevención, como un método de monitoreo del comportamiento de las conexiones para poder detectar anomalías a tiempo.
Para este monitoreo se emplean algoritmos muy avanzados de inteligencia artificial y machine learning para que detecten automáticamente las amenazas más fuertes. Ya no vale saber que una empresa tuvo 500 intentos de hackeo, sino que es necesario conocer cuáles de esos podrían haber causado más daño para prevenirlos.
En este tema también suena fuerte la cadena de bloques (blockchain). Con esta tecnología es posible tener un respaldo de datos en tiempo real al que se puede acceder en cualquier momento y al que es muy difícil realizarle ataques de ransomware, por ejemplo.
Más allá del entorno empresarial, también es necesario estar atentos a los dispositivos que pertenecen al internet de las cosas, como televisores, bocinas, refrigeradores, lavadoras, autos o pequeños aparatos como un foco.
Y es que los hackers pueden vulnerar estos dispositivos, por eso es recomendable contar con capas de seguridad en casa como un antivirus, un navegador y buscador seguros, o una VPN. Igualmente se recomienda que los equipos de internet de las cosas que se adquieran en el mercado estén debidamente certificados.
Son estas algunas de las tendencias que deben empujar las tecnologías de la información y la comunicación durante los próximos meses. A ellas se unen otras como la aparición de una fuerza laboral más polígama —entiéndase como trabajadores con múltiples habilidades— y descentralizada; cambios en la web en cuanto al uso de las cookies y una personalización quirúrgica de la publicidad, y un mayor protagonismo de las pequeñas y medianas empresas en todas estas transformaciones.