El órgano se encontró dentro de un pez prehistórico fosilizado
Un corazón de 380 millones de años ha sido descubierto en Australia dentro de un pez prehistórico fosilizado. Los investigadores aseguran que el especimen representa un momento clave en la evolución de este órgano.
El corazón pertenecía a un pez conocido como gogonasus, que ahora está extinto. Se encontraba en perfecto estado de conservación en rocas halladas en la región de Kimberley, en Australia Occidental, gracias a los minerales.
Los expertos han catalogado el suceso como un descubrimiento alucinante y asombroso, pues el pez gogonasus pertenece a una clase de peces prehistóricos llamados placodermos, los primeros en tener mandíbulas y dientes. Sin embargo, el hallazgo ha demostrado que el órgano es más complejo de lo esperado en este animal.
Gogonasus es uno de las casi 45 especies de peces preservados en tres dimensiones, provenientes de la formación Gogo. Vivieron en el Devónico Tardío, en lo que una vez fue un arrecife de coral de 1 400 kilómetros en frente a la costa de Kimberley, rodeando el noreste de Australia.
Los esqueletos muestran algunas características similares a los animales terrestres de cuatro extremidades (tetrápodos). Estas incluían la estructura de su oído medio, y sus aletas muestran los percusores de los huesos del antebrazo, el cúbito y el radio.
Los investigadores creen que usaban sus aletas braquiformes para lanzarse fuera del arrecife para capturar presas.