¿Se automedican los animales? Por supuesto. En estado de libertad o en ambientes salvajes, los animales usan plantas o sustancias no nutritivas para combatir parásitos y sensaciones de malestar, tal y como pudiéramos hacerlo nosotros, los seres humanos.
La bióloga Simone Pika, de la universidad alemana de Osnabrück, se dedicó exclusivamente en tiempos recientes a estudiar cómo pueden aplicarse los animales ciertas materias orgánicas sobre heridas abiertas.
Se percató de que los chimpancés tragan hojas de plantas con propiedades que les permiten curar las infestaciones por lombrices. Además, mastican hojas amargas con propiedades químicas capaces de matar parásitos intestinales, desde el primer instante en que padecen malestares.
Durante su estudio en 45 chimpancés en el Parque Nacional de Loango, en Gabón, Simone Pika logró filmar cómo algunos ejemplares de esta especie capturan regularmente ciertos insectos y los aplican sobre sus heridas abiertas o en las de otros miembros de su tribu.
Registró, junto a otros científicos, sucesos que ilustraban las relaciones sociales, interacciones y peleas con otros grupos, sus conductas asociadas con la caza, el uso de herramientas y sus habilidades cognitivas y comunicativas.
Refieren en el artículo Application of insects to wounds of self and others in chimpanzees in the wild, publicado en la revista Current Biology, que los insectos aplicados podrían tener propiedades antinflamatorias o antisépticas, algo que los humanos realizaron 1 400 años antes de Cristo.