El escritor dominicano Marcio Veloz Maggiolo defendió en la prensa de su país que el texto Peregrinación de Bartolomé Lorenzo, escrito en 1587 por el jesuita José de Acosta y presentado en 1982 por el estudioso cubano José Juan Arrom, no solo fue la primera obra literaria escrita en lengua española en el actual territorio peruano, sino también el antecedente más remoto en el contexto latinoamericano de lo que conocemos hoy como realismo mágico.
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Eduardo Galeano.
A los bares de diversos sitios y épocas dedicó Cafés con historia, uno de los textos breves que conforman el libro póstumo de Eduardo Galeano, El cazador de historias (Editorial Siglo XXI), que llegó a los lectores al cumplirse este abril el primer año de su muerte. En el Café Brasilero, de Montevideo, Galeano escribía, observaba a la gente, firmaba libros y trabajaba durante horas, en ocasiones junto con su editor argentino Carlos Díaz. Allí se reunieron varias veces a comienzos de 2014 para pulir el original de este último legado.«Él era un cazador de historias. Tenía unas libretitas encima donde anotaba ideas, cosas que le contaban o frases que veía en las paredes», recordó Díaz.
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Elena Garro.
Un ciclo de conferencias organizó el Instituto Nacional de Bellas Artes de México para conmemorar el centenario del nacimiento de la escritora Elena Garro (1916-1998), cuyo libro Los recuerdos del porvenir, revela una imaginación poética altamente valorada en las letras contemporáneas de esa nación. Aquella fue su primera novela, una introspección sobre los entresijos del poder.
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Miguel Hernández.
Comenzó a circular en abril, 50 años después de su edición original, una nueva tirada de Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández, testimonio con el que Josefina Manresa, compañera del gran poeta y miliciano, quiso esclarecer pasajes de la vida del autor de El niño yuntero.
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Petros Markaris.
«Europa siempre ha sido así ante los refugiados, no me sorprende lo que ahora sucede; los inmigrantes son ajenos», comentó el griego Petros Markaris, entrevistado por la agencia Europa Press, a propósito de la salida de su libro de relatos La muerte de Ulises, en la que vuelve por sus fueros el inspector policial Kostas Jaritos, protagonista de sus sagas detectivescas.
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Claudia Roth.
Periodista del equipo de The New Yorker hasta 2004, Claudia Roth enrumbó su vocación hacia el ensayo biográfico literario. Comenzó por Hannah Arendt, Anaís Nin y Gertrude Stein, antes de pasar a Philip Roth —para nada emparentado con ella— en un giro hacia un autor del sexo masculino. Roth desencadenado propone una lectura yuxtapuesta de los accidentes vitales del autor de La mancha humana y las variaciones de la creación.
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Claudio Magris.
En No ha lugar a proceder, Claudio Magris cuenta la historia de un profesor que decide montar un Museo de la Guerra para la llegada de la Paz. En palabras de sus editores, en esta entrega, el escritor italiano, traductor y profesor de la Universidad de Trieste, ha escrito una novela sobre la capacidad del ser humano para generar horror, pero también sobre la necesidad de la memoria, del amor y del combate.