La nave inmensa de la Revolución navegó este lunes en su largo viaje por los mares de la historia. Lo hizo con marcialidad, sincronismo, disciplina y compromiso en una Revista Militar y Marcha del pueblo combatiente que presidió el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la Plaza de la Revolución José Martí de La Habana.
Justo a la siete de la mañana —en ocasión del aniversario 60 de la heroica sublevación en Santiago de Cuba y del desembarco de los expedicionarios del Granma, Día de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en homenaje al Comandante en Jefe de la Revolución Cubana y a nuestra juventud— se escucharon 21 salvas de artillería y al unísono el Himno Nacional, interpretado por la Banda de Música del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Entonces el general de cuerpo de ejército Leopoldo Cintra Frías, ministro de las FAR, acompañado por los Comandantes de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y Guillermo García Frías, saludó a las tropas e informó que estaban listas para comenzar. Seguidamente Jenniffer Bello Martínez, miembro del Consejo de Estado y presidenta de la Federación Estudiantil Universitaria, pronunció las palabras centrales de la conmemoración.
Tras su alocución comenzó a andar el desfile, constituido en tres componentes principales: histórico, militar y popular. Lo abrió la caballería mambisa como símbolo de las luchas contra el dominio colonial español. Y cerró una masa compacta de pueblo, especialmente de su juventud, que otra vez estremeció la Plaza con su unidad, entrega y colorido, demostrando la rebeldía de los cubanos y cubanas.
Toda la Revista Militar y Marcha del pueblo combatiente —desde aquellas dos fotos inmensas colocadas en la Biblioteca Nacional José Martí y en el Teatro Nacional, hasta las frases que brotaron del corazón de sus protagonistas— fue un tributo sincero al eterno Comandante en Jefe de la Revolución Cubana Fidel Castro, quien se agigantó en esa Plaza, desde la cual siempre nos señaló el mejor camino a seguir.