Riad, capital de Arabia Saudita. Autor: Estudios Revolución Publicado: 25/10/2025 | 02:55 pm
RIAD, Reino de Arabia Saudita.— Separadas por miles de kilómetros de distancia y con marcadas diferencias culturales e idiomáticas, Cuba y el Reino de Arabia Saudita han forjado una relación cimentada por el respeto, la amistad y la cooperación mutua. Desde el establecimiento de sus relaciones diplomáticas en 1956, estos lazos no solo se han mantenido, sino que han experimentado un desarrollo gradual en las últimas décadas.
Los nuestros son vínculos «que siempre se mantendrán; o, mejor dicho: siempre estarán creciendo, siempre estarán consolidándose, siempre estarán fortaleciéndose», como expresó en mayo de 2023 el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al recibir en el Palacio de la Revolución a Ahmed Bin Aqeel Al-Khateeb, ministro de Turismo de la nación árabe.
«El año próximo conmemoraremos el aniversario 70 de esas relaciones. Es una fecha muy importante; venimos trabajando durante mucho tiempo no solo por la parte saudita en La Habana, sino también por la embajada de Cuba acá en Riad. En función de eso hemos tenido una respuesta muy positiva de la cancillería, de las autoridades gubernamentales y de la Asociación Parlamentaria Arabia Saudita-Cuba», aseguró Miguel Porto Parga, embajador de la Mayor de las Antillas en esta nación.
Por su parte, Waleed Bin Abdulrahman Alhamoudi, embajador del Reino de Arabia Saudita en Cuba, señaló que, al acercarnos a ese trascendental acontecimiento, «esperamos con interés una nueva etapa de asociación efectiva basada en el respeto mutuo, los intereses comunes y en el fortalecimiento de la comunicación entre pueblos amigos».
Precisamente, en este contexto se produce la visita del miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, a esta nación árabe, quien llega para participar en el 9no. Foro Iniciativa Futuro de la Inversión, cita que se ha convertido en una plataforma global que reúne a líderes gubernamentales, empresas, decisores y pensadores del mundo para debatir temas económicos y de inversión.
Como expresó Abdulrahman Alhamoudi, la participación de Cuba «confirma su compromiso con la apertura a la economía global y representa una oportunidad para fortalecer la cooperación económica y técnica con el Reino. Acogemos con satisfacción esta asistencia, que consideramos un paso importante para consolidar las relaciones entre ambos países».
Este marco de entendimiento se enriquece con un diálogo político continuo. Recordemos, por ejemplo, la visita a la capital cubana de su Alteza el Príncipe Faisal Bin Farhan Al Saud, ministro de Asuntos Exteriores del Reino, presidiendo la delegación de su país a la Cumbre del Grupo de los 77 más China y el intercambio sostenido en ese contexto con el Primer Ministro, en el cual ambas partes expresaron satisfacción por el nivel de las relaciones bilaterales.

Desde el 2014 la cooperación médica, ampliamente reconocida por el pueblo y las autoridades sauditas, se ha erigido como una de las columnas del fortalecimiento de los nexos bilaterales. Por eso, al recibir en septiembre de 2024 a Fahad Bin Abdurrahman Al- Jalajel, titular de Salud, el Presidente Díaz-Canel valoró que ella ha marchado bien. «Ustedes tienen una buena apreciación sobre el papel que han desempeñado los médicos cubanos», señaló.
A ello se suma el apoyo del Fondo Saudita para el Desarrollo, que ha impulsado proyectos hidráulicos de alto impacto social en la Mayor de las Antillas. Fue esa una de las ideas resaltadas, también, por el mandatario cubano, quien al repasar los hitos que marcan el fortalecimiento de las relaciones, mencionó «los beneficios que han reportado para Cuba las facilidades que nos ha dado el Fondo».
Mirando hacia el futuro, ambos países se encaminan hacia una nueva etapa de asociación efectiva, alentada por la Visión Saudita 2030, la cual fomenta la diversificación económica y la apertura a mercados prometedores. En tal sentido, Abdulrahman Alhamoudi apuntó que «existe un interés creciente por ampliar la cooperación a sectores como las energías renovables, el turismo, la salud, la cultura, la educación y la agricultura».
DEFENDIENDO CAUSAS COMUNES
El incremento de la coordinación y apoyo mutuo en foros y organizaciones internacionales distingue los nexos políticos y diplomáticos entre la Mayor de las Antillas y el Reino. Defensora del respeto a la soberanía y la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, la nación ha reiterado su firme postura al exigir la eliminación de los obstáculos que frenan el desarrollo económico y social del pueblo cubano.
«Arabia Saudita es uno de los países de la región que con más fuerza ha manifestado una posición firme en favor de Cuba y de condena al injusto bloqueo estadounidense desde hace muchos años. Su apoyo ha sido invariable», aseguró Porto Parga, quien dijo no tener dudas de que, en los próximos días durante la votación en Naciones Unidas, «una vez más ratificará la condena a esa injusta política».
Por su parte, Abdulrahman Alhamoudi declaró que el Reino apoya constantemente el diálogo y la cooperación como medios para lograr el desarrollo y la prosperidad. «En este contexto, expresa su comprensión de los desafíos que enfrenta Cuba. Creemos que la cooperación internacional es la mejor manera de superar las dificultades y promover la estabilidad y la prosperidad».
Con el Reino de Arabia Saudita compartimos intereses comunes en apoyo a las nobles causas de los pueblos árabes; y en particular hay una que nos une mucho: nuestra posición en defensa de Palestina y la condena común que, igualmente, hemos estado realizando ante el genocidio israelí que está ocurriendo en Gaza.
«El Reino afirma en todos los foros el derecho del heroico pueblo palestino a establecer su Estado independiente dentro de las fronteras de 1967, con Jerusalén Oriental como su capital, de conformidad con las resoluciones de legitimidad internacional y la Iniciativa de Paz Árabe.
«También exige el fin del sufrimiento del pueblo palestino y el logro de una paz justa y amplia que garantice la seguridad y la estabilidad para todos», afirmó Abdulrahman Alhamoudi. Mientras, el Embajador cubano aseveró que «esa ha sido una posición digna, respetable e invariable».
Finalmente, Porto Parga apuntó que los lazos entre ambos países «han sido un proceso ascendente, sostenido, y la visita del Primer Ministro marca un antes y un después en las relaciones bilaterales. Es muestra de cuánto crecerán esos nexos y, también, los de cooperación entre dos pueblos amigos».
Considerado uno de los países más influyentes del mundo árabe e islámico, el Reino de Arabia Saudita reconoce a Cuba como una «nación amiga, de singular atractivo y cálidas relaciones humanas». Como bien señaló el Presidente cubano, cuando las relaciones entre pueblos se construyen de esta manera, se convierten en lazos «indestructibles», son relaciones «tan fuertes que pueden ser sometidas a cualquiera de las pruebas en el tiempo».

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