Los ataques ordenados por Trump contra Yemen y su capital Sanaa ocasionaron numerosas muertes. Autor: AP Publicado: 07/05/2025 | 08:04 pm
El inesperado anuncio del presidente Donald Trump de parar de inmediato las hostilidades entre Estados Unidos y Yemen abrió nuevas interrogantes sobre el curso probable del genocidio Israelí en Gaza.
Yemen recibió duros golpes desde mediados de marzo, es cierto. Pero el abrupto frenazo de Trump revela las crecientes complicaciones políticas, de alto impacto en Washington, que le trajeron los costosos e inútiles bombardeos a la lejana y minúscula nación árabe —casi desconocida para la opinión pública norteamericana—, los que suman miles de millones de dólares. Y a ellos se añaden indeseables efectos en las relaciones económicas y diplomáticas con algunos de los ricos reinos árabes de la región, a los que visitará la próxima semana.
El brusco parón de los bombardeos de castigo a Yemen tomó por sorpresa al gobierno aliado de Israel, que «se quedó fuera del potaje» cocinado en absoluto secreto en el Sultanato de Omán, que viene mediando en las negociaciones entre Estados Unidos e Irán.
En una muestra más de su afán protagónico ante las cámaras, Trump aprovechó la presencia de la prensa durante el recibimiento en la Casa Blanca del nuevo primer ministro de Canadá, Mark Carney, para soltar una bomba política más resonante que el reciente bombardeo estadounidense de un Centro de Refugiados próximo a la capital yemenita, donde murieron varias decenas de inofensivos inmigrantes africanos.
Rompiendo todas las reglas, el mandatario se dirigió al secretario de Estado Marco Rubio y le dijo: «ocúpate de difundir eso a toda la Prensa».
Sin entrar en más detalles anunció que los combatientes hutíes deseaban detener los enfrentamientos armados con Estados Unidos y les tomó la palabra y aceptó. Y no dió más detalles. Así de simple.
Poco después, Palestine Chronicle, uno de los medios afines a la Resistencia palestina, resumió el anuncio en dos líneas: «Alto el fuego entre EE. UU. y Ansarallah. Yemen seguirá atacando a Israel».
En realidad, el anuncio de la Casa Blanca resultó más llamativo porque coincidió con la difusión de cruentos bombardeos aéreos israelíes, el propio martes, contra el aeropuerto de Sanaá, varias termoeléctricas y una fábrica de hormigón.
Dos días atrás, un cohete hipersónico lanzado por el movimiento Ansarallah impactó en la pista del aeropuerto internacional Ben Gurion de Tel Aviv, dónde abrió un cráter de 25 metros de diámetro, que provocó interrupción de vuelos e informes de cancelación por parte de líneas aéreas extranjeras.
Tras el anuncio de cese del fuego hecho por Trump, Mohammed Ali al-Houthi, miembro del Consejo Político Supremo de Ansarallah en Yemen, anunció que el apoyo a Gaza continuará y que la respuesta a la agresión israelí está en camino. Asimismo, pidió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que «prepare su renuncia».
Los ataques aéreos israelíes contra instalaciones civiles en la capital, Sanaá, y otras zonas, incluidos puertos, el aeropuerto, fábricas de cemento y centrales eléctricas, son prueba de la impotencia y la bancarrota de la ocupación israelí, cuyo objetivo es imponer un nuevo asedio al pueblo yemení. La agresión israelí-estadounidense no quedará sin respuesta y no disuadirá a Yemen de su firme postura de apoyo a Gaza.
La Corporación de Radiodifusión Israelí citó a funcionarios en Tel Aviv diciendo que estaban sorprendidos por el anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de un alto el fuego con los hutíes, y un funcionario estadounidense confirmó que no se había notificado a Israel sobre el acuerdo con los hutíes antes de que Trump hablara de ello públicamente.
Israel, según la propia fuente, estaba molesto por la noticia inesperada, particularmente porque los hutíes han seguido lanzando ataques contra la entidad sionista y otros objetivos israelíes. Israel no parece estar cubierto por el acuerdo entre Estados Unidos y los hutíes.
Al reaparecer en escena, durante la juramentación del asesor principal y enviado especial Steve Witkoff, se le preguntó a Trump sobre la posibilidad de que los hutíes continúen atacando a Israel y respondió: «No sé sobre eso, francamente».
¿Cuánto le cuesta a EE.UU. la agresión a Yemen?
El costo de las municiones estadounidenses utilizadas contra objetivos rebeldes hutíes en Yemen en ataques diarios desde el 15 de marzo ha superado los 750 millones de dólares, según un funcionario estadounidense citado por APnews. La administración Trump ha lanzado más de 2 000 municiones contra unos 1 000 objetivos.
Ese costo es solo una fracción de los gastos totales, pues no incluye las altas expensas de operación de dos portaaviones, sus buques de guerra acompañantes ni las horas de vuelo de las aeronaves. Tampoco incluye la destrucción por parte de los hutíes de siete drones MQ-9 Reaper de Estados Unidos, a un costo de más de 30 millones de dólares cada uno, o la pérdida de dos aviones de combate F/A-18 y un remolcador del portaaviones USS Harry S. Truman.
A pesar de que Trump presentó el acuerdo como una forma de reabrir el Mar Rojo al transporte comercial, sin temor a un ataque de los hutíes, el experto Gregory Brew, analista senior de la firma de análisis de riesgos Eurasia Group, recordó que los hutíes no han disparado contra un barco comercial «desde diciembre», lo que pone en claro que se trataba de respaldar a Israel. «Sin embargo, es probable que sigan disparando contra Israel», señaló Brew.
Los yemenitas han estado lanzando persistentes ataques con misiles y aviones no tripulados contra buques comerciales y militares en la región como parte de un esfuerzo por poner fin a la guerra de Israel contra Hamás en la Franja de Gaza.
Desde noviembre de 2023 hasta enero de 2025, los hutíes atacaron más de 100 buques mercantes con misiles y drones, hundiendo dos de ellos y matando a cuatro marineros. Esto ha reducido considerablemente el flujo comercial a través del corredor del Mar Rojo, por el que se mueven anualmente mercancías por un billón de dólares.
Los hutíes detuvieron sus ataques en un alto el fuego autoimpuesto hasta que Estados Unidos lanzó un amplio ataque contra los rebeldes a mediados de marzo.
Los ataques de Trump fueron similares a los lanzados por su predecesor demócrata Joe Biden, quien arrastró a Arabia Saudita a su inútil aventura hasta que la monarquía acordó un cese del fuego con los rebeldes yemenitas.
Y ahora, según reveló el diario árabe con sede en Londres Middle East Eye (MEE) fue Arabia Saudita quien «presionó a Trump para que detuviera los ataques en Yemen antes de su visita» la semana próxima. Riad advirtió a Estados Unidos sobre las repercusiones de atacar Yemen mientras Trump visita el reino, dijeron a MEE fuentes estadounidenses.
Según funcionarios árabes y estadounidenses, citados por la publicación, Arabia Saudita ha estado «pre-negociando» ferozmente la visita de Trump.
El rico reino petrolero quiere centrarse en acuerdos económicos y ventas militares. Riad, según MEE, pidió garantías a Estados Unidos de que durante la visita de Trump mantendría las discusiones sobre la normalización con Israel fuera de la agenda
Arabia Saudita dice que necesita ver pasos hacia la creación de un Estado palestino y un alto el fuego en Gaza antes de reconocer a Israel . El «alto el fuego» entre Estados Unidos y los hutíes también podría revelar cismas más profundos entre Trump e Israel opinaron algunos analistas.
Ni Trump ni el ministro de Asuntos Exteriores de Omán, quien medió en el acuerdo, mencionaron en sus anuncios que los hutíes detuvieran sus ataques contra Israel.
El movimiento de resistencia palestino Hamás advirtió el martes que el plan del gobierno israelí de ampliar su ataque contra Gaza significaría «sacrificar» a sus prisioneros cautivos retenidos en el enclave.
«La aprobación por parte del gabinete de ocupación de los planes para ampliar su operación terrestre en la Franja de Gaza constituye una decisión explícita de sacrificar a los prisioneros israelíes detenidos en Gaza y reproducir el ciclo de fracaso que comenzó hace 19 meses, sin lograr ninguno de sus objetivos declarados», dijo el movimiento en un comunicado.
Amenaza tras amenaza, plan tras plan, el ejército israelí sigue sin lograr la victoria total que prometió Netanyahu el 7 de octubre de 2023 para limpiar su imagen y responsabilidad, al ser sorprendido durmiendo por la rebelión de Gaza.