La escalada de la violencia en Puerto Príncipe se ha convertido en una dura realidad, llevando al desplazamiento masivo de miles de personas. Autor: Unicef Publicado: 05/04/2024 | 09:38 am
El principal experto de Naciones Unidas sobre derechos humanos en Haití, William O'Neill, advirtió que las condiciones humanitarias en el país caribeño están deteriorándose rápidamente y podrían convertirse «como Somalia en sus peores tiempos», en medio del incremento de la violencia de las pandillas y la inestabilidad política, reporta Telesur.
El experto trabajó anteriormente en países como Ruanda, Sierra Leona, Bosnia- Herzegovina y Nepal. «Creo que aquí la diferencia es que el Estado está prácticamente ausente. No hay Estado y es casi como un mundo hobbesiano donde sobreviven los más aptos […] y desafortunadamente los más aptos en este momento son las pandillas», expresó.
En ese contexto, miles de personas han huido de la capital, Puerto Príncipe, controlada en un 90 por ciento por las bandas criminales. Sin embargo, O'Neill teme que la violencia pronto afecte al resto del país y provoque un éxodo masivo de haitianos a la vecina República Dominicana o a EE. UU.
«Conozco a alguien que perdió a la mitad de su familia a manos de los escuadrones de la muerte del [dictador] François Duvalier y dijo que nunca lo había visto tan mal. Tíos, primos, hermanos asesinados […] y ella dijo que nunca había estado tan mal», relató.
Por otra parte, criticó a Washington por no tomar medidas enérgicas contra el contrabando de armas estadounidenses desde Florida a puertos haitianos. «Me sorprende que no se puedan llevar alimentos o medicinas a Haití, pero aun así llegan armas y balas (…) Si las pandillas no tienen sus armas ni sus balas, pierden todo su poder», refirió.
Haití está sumida en una crisis que ha venido aumentando desde el magnicidio del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.El país declaró el estado de emergencia el 3 de marzo, después de que el peligroso líder criminal Jimmy 'Barbecue' Cherizier llamase a los grupos criminales a unirse y derrocar al primer ministro Ariel Henry.
«Francamente, a estas alturas me estoy quedando sin palabras», afirmó recientemente el observador de derechos humanos ante el organismo internacional. «Es apocalíptico, es como el fin de los tiempos», continuó. «[Hay] un nivel de intensidad y crueldad en la violencia que simplemente no tiene precedentes en mi experiencia en Haití», señaló.