El encuentro en el cual participó el Ministro de Salud Pública de Cuba busca potenciar la ciencia, la financiación y la innovación y sus beneficios Autor: Prensa Latina Publicado: 22/09/2023 | 07:20 pm
NACIONES UNIDAS, septiembre 22.— Las desigualdades estructurales del actual orden económico y el sistema financiero impactan en la respuesta de los países en desarrollo a la tuberculosis, aseguró el ministro cubano de Salud, José Ángel Portal.
La respuesta requiere priorizar no sólo las necesidades de salud sino también desde una perspectiva más amplia, insistió el titular en nombre del G77 y China durante la segunda Reunión de Alto Nivel sobre la lucha contra esa epidemia realizada en el marco de la 78 Asamblea General de la ONU.
Este evento resulta oportuno al ser la tuberculosis una enfermedad prevenible y curable que representa un reto crucial para los países del Sur, afectados desproporcionadamente, alertó.
Sin embargo, añadió Portal, el estancamiento y el retroceso en el tratamiento a la tuberculosis enfrenta obstáculos como desigualdades estructurales y en el sistema financiero junto a las dificultades derivadas tras la COVID-19.
Al mismo tiempo, reportó PL, el representante cubano recordó el impacto de las medidas coercitivas unilaterales, que afectan directa y negativamente la salud y bienestar de su población.
El G77 y China reafirma que estas imposiciones contra las naciones miembros del bloque no contribuyen al desarrollo económico y social, y reitera la necesidad urgente de eliminarlas, enfatizó.
Además, resultan insuficientes el apoyo con recursos y la cooperación internacional en lo relativo a transferencias de tecnología y creación de capacidades, al tiempo que se incumplen los compromisos de la ayuda oficial para el desarrollo y de índole financiera relativo a esta enfermedad.
A esto se suma que la financiación y la innovación para la tuberculosis es apenas la mitad de los dos mil millones de dólares anuales acordados en la declaración política del 2018, agregó.
Esto implica un alto impacto en las capacidades del Sur Global, remarcó.
El ministro cubano rechazó que durante la negociación política previa a este encuentro algunos países más desarrollados trataran de invisibilizar el impacto desproporcionado de la tuberculosis en las naciones menos favorecidas.
Esa etapa, dijo, debío haber sido más inclusiva, transparente y equilibrada lo que resulta una práctica que el Grupo no puede tolerar ni aceptar en el futuro.
El encuentro en el cual participó el Ministro de Salud Pública de Cuba busca potenciar la ciencia, la financiación y la innovación y sus beneficios, para poner fin de manera urgente a la enfermedad.
La tuberculosis, que afecta a la humanidad desde hace décadas, representa una causa significativa de mortalidad en todo el mundo y golpea de manera desproporcionada a los países en desarrollo.
Los organismos internacionales estiman que una cuarta parte de la población mundial está infectada con la bacteria que causa la enfermedad.
Solamente en 2021 enfermaron de tuberculosis 10,6 millones de personas mientras que aproximadamente 1,6 millones fallecieron a causa de ella, recordó PL.
Treinta años después de que la Organización Mundial de la Salud declarara la tuberculosis como una emergencia mundial, este encuentro confirma la necesidad de aunar esfuerzos para su fin.
A juicio de ONU, la epidemia sigue siendo un desafío crítico en todas las regiones con alcance en todos los países del planeta.
Millones de personas enfermas de tuberculosis carecen cada año de una atención de calidad, incluido el acceso a pruebas diagnósticas y tratamientos asequibles, especialmente en los países en vías de desarrollo.
En ese contexto, el encuentro buscará consenso para adoptar el proyecto de declaración política con el compromiso de implementar una serie de medidas que reviertan rápidamente esta situación.
Los últimos años trajeron una especie de tormenta perfecta al planeta: el COVID-19, el cambio climático, los conflictos y otras crisis que amenazan los avances de los últimos 20 años, de acuerdo a Peter Sands, director ejecutivo del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria.
«Podemos mantener e incluso acelerar los avances si trabajamos juntos para afrontar los retos sanitarios más acuciantes y construir sistemas de salud más fuertes y resistentes», aseguró.
Sin embargo, dijo, es vital abordar las profundas y omnipresentes desigualdades sanitarias entre los países y dentro de ellos.