Internacional. Autor: Allan Barle Publicado: 06/04/2023 | 10:25 pm
PARÍS, abril 6.— Una multitud de trabajadores ferroviarios irrumpieron ayer jueves en el edificio que alberga la sede de la compañía estadounidense Black Rock, ubicada en el centro de París, para mostrar su rechazo a la controvertida reforma de pensiones, que también fue repudiada en otras ciudades.
El sitio, a decir de RT, fue escogido por su actividad con los fondos privados de jubilaciones, y resultó «invadido» brevemente por los manifestantes, quienes coreaban consignas y lanzaron petardos, en el undécimo día de protestas contra la reforma jubilatoria ya aprobada por el Gobierno de Enmanuel Macron, pero que todavía deberá pasar por un último visto bueno antes de implementarse.
«El Gobierno quiere tirar las pensiones, quiere obligar a la gente a financiar su propia jubilación con fondos de pensiones privados, aunque lo que sabemos es que solo los ricos podrán beneficiarse con semejante sistema», explicó una integrante de la marcha, Françoise Onic.
La jornada anterior, los manifestantes también irrumpieron en el Grand Théâtre de Bordeaux (Gran Teatro de Burdeos) y retrasaron un cuarto de hora el inicio de un espectáculo. Un grupo de personas que no estaban afiliadas a los sindicatos del personal del teatro subieron al escenario para llamar la atención de los espectadores sobre las consecuencias de la reforma, que elevará la edad de jubilación de 62 a 64 años, entre otras medidas.
Según la Confederación General del Trabajo (CGT), se esperaba que 400 000 personas volvieran a las calles en este nuevo día de manifestaciones, en tanto las fuerzas policiales calculaban los movilizados entre 600 000 y 800 000, incluidos entre 60 000 y 90 000 en esta capital. El Ministerio del Interior había anunciado el despliegue de 11 500 policías y gendarmes en toda Francia, y 4 200 en París.
En Burdeos, otra violenta manifestación pasó por la plaza Saint-Michel y fue reprimida con gases lacrimógenos lanzados por los agentes. En Lyon, unas 13 000 personas salieron a las calles, dijo la policía, mientras los sindicatos afirmaron que la cifra ascendió a 32 000.
Reunidos en la Intersindical, los gremios mantienen la unidad en rechazo a la iniciativa de Macron, que denuncian por la extensión de la edad legal de retiro, aunque también generan malestar el aumento del período de cotizaciones y la eliminación de regímenes especiales, entre otras medidas, comentó PL.
A diferencia de muchos otros países europeos en los que las pensiones están financiadas, al menos parcialmente, por fondos de pensiones privados, Francia tiene un sistema mediante el cual las contribuciones de quienes están trabajando actualmente financian, directamente, las pensiones de quienes ahora están jubilados, explicó Reuters.
El Gobierno dice que se necesita un cambio para mantener el sistema de pensiones en números negros. La víspera, los sindicatos ratificaron su intención de seguir en las calles tras el fracaso del encuentro con la primera ministra, Elisabeth Borne, quien los convocó con el argumento de reducir las tensiones.
Sin embargo, la anfitriona no ofreció a los sindicatos la marcha atrás de la reforma, proyecto que tiene ante sí, como último obstáculo legal para su materialización, el criterio del Consejo Constitucional, cuyo dictamen se emitirá el 14 de abril.