Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

CARACAS-. Desde las alturas, la ciudad de Caracas parece encerrada en un búnker de empinados cerros. Incluso, las siluetas de las nubes en en la capital venezolana suelen distorcionarse cuando chocan precipitadas con las cimas de sus montañas a más de 1300 metros de altura. Y cuando el avión está próximo a aterrizar, Caracas se ve infinita entre lomas que sostienen la vida y el alma de pequeñas casa situadas unas encimas de otras.

Cuando se llega por primera vez a Venezuela nada es distante ni ajeno para los cubanos, aún desde las aturas. Muchas luces mantienen alertas a los visitantes en una ciudad donde el grafitis y las grandes vallas en las avenidas pintan de rojo el sentido bolivariano y chavista de su gente.

Y que bueno que Caracas se recupera, que Venezuela vuelve a triunfar con luces propias después de tanto odio mezquino arrojado sobre ella. Las ilusiones baratas suelen no venderse muy fácil en la práctica cotidiana. Y eso, al parecer, sucedió en Venezuela cuando subestimaron su capacidad para vencer. Aquí las personas lo dicen por lo claro: «nos estamos levantando».

La delegación cubana al 19no Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes (CLAE) conoce esa realidad hoy, la comenta entre ellos y le alegra. La ciudad de paisajes hermosos en la llanura y los cerros, de edificios grices que se fucionan entre lo moderno y lo no tanto, tiene el mérito de resistir.

Y de resistencias y luchas también se trata el congreso que por estos días acoge Caracas en su centro, en su mismísimo corazón bolivariano. Es el 19no CLAE un espacio que convoca a las juventudes rebeldes y antimperialistas que siguen luchando por mayor justicia y una educación gratuita y de calidad en el continente.

Fotos: Yuniel Labacena Romero

En ese marco de intercambios nuestra delegación ha contagiado con muchísima alegría a las más de 25 federaciones y movimientos estudiantiles y secundaristas que participan en el evento. Tanto cubanos como venezolanos tienen el punto en común de ser gente admirada en latinoamerica por su poder resiliente en medio de agreciones continuas. Lo repiten y gritan aquí varias veces en el día: ¡Cuba y Venezuela, una sola bandera!

No es cosigna vacía, sino un sentimiento mutuo. Algo que se percibe en el cariño y hermandad de ambas delegaciones o en la hospitalidad al recibirnos. Pero en Caracas el sentimiento por Cuba es permanente. Da igual del país que venga, casi todos piden tomarse una foto con nuestra bandera, casi todos mencionan al vernos a Fidel y al Che como símbolos de las luchas más nobles del continente. Y no existe un regalo más justo para un revolucionario, que toparse esas muestras de agradecimiento en medio de suelo, aunque hermano, extranjero.

Fotos: Yuniel Labacena Romero

Sin dudas, la Isla hereje del caribe enamora y prende más allá de nuestras fronteras en las raices humildes de latinoamerica. Quizás en el día a día no lo percibimos bien, o no somos capaces de interiorizar muy hacia dentro cuánto representamos para tantos pueblos de América.

Caracas sigue mirando por estos días cómo los estudiantes del continente debaten sobre sus luchas y celebran por todo lo alto el 19no CLAE. Mientras tanto, Venezuela sigue mirando al mundo con aires de recuperación y victorias. Y quienes llegamos a estas tierras por primera vez no podemos más que admirarlos por sus batallas que es también la nuestra.