Una ballena jorobada intentó comerme, dijo el pescador Michael Packard, de Massachusetts Autor: Tomada de Twitter Publicado: 13/06/2021 | 10:15 am
WASHINGTON, junio 13.- El pescador de langostas Michael Packard, de 56 años, se había sumergido por segunda vez durante la misma jornada en busca de sus presas cuando fue tragado por una ballena jorobada cerca de la costa del pueblo de Provincetown, en Massachusetts, Estados Unidos.
Según reportan medios informativos locales y Russia Today, el hombre logró sobrevivir a la insólita ingestión después de ser escupido por el mamífero.
Inicialmente, Packard pensó que era un gran tiburón blanco que lo había devorado. Sin embargo, de inmediato se percató de que no era así, al no tropezar con las fauces dentadas ni sufrir heridas contundentes.
De repente sentí un enorme empujón y lo siguiente que supe es que estaba todo completamente oscuro. Podía sentir que me estaba moviendo, y también que la ballena apretaba los músculos de la boca, contó el buceador tras ser dado de alta de un hospital.
Yo estaba completamente adentro, estaba todo oscuro. Me dije: no hay manera de que salga de aquí. Estoy acabado, estoy muerto, comentó. Pese a encontrarse desesperado, Packard decidió luchar por su vida con ayuda de su equipo de buceo. De ese modo, el cetáceo notó la presencia de un cuerpo extraño en su boca y empezó a agitar su cabeza de un lado a otro.
Finalmente, la yubarta salió a la superficie y eructó al buceador. En total, el hombre pasó cerca de 40 segundos dentro de la ballena. Packard fue luego recogido por su colega Josiah Mayo, que lo llevó al muelle. Desde allí una ambulancia del Departamento de Bomberos lo trasladó a un centro médico, donde fue atendido por heridas leves en los tejidos blandos de las piernas.
Expertos consideran que el animal se tragó al buzo por error, ya que las ballenas jorobadas no suelen representar peligro para los humanos. El caso es que la visión delantera del inmenso pez queda bloqueada cuando abre su boca para alimentarse.
Las yubartas se alimentan principalmente en verano y viven de sus reservas de grasa durante el invierno. Comen raramente y en forma oportunista durante su estadía en aguas cálidas y templadas mientras trascurre el invierno en los polos. Se alimentan principalmente de bancos de peces pequeños como arenque, salmón o capelán.