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Los manifestantes también protestaron contra la desatención después del paso de Eta e Iota por muchas comunidades. Autor: Tomada de la página oficial en Facebook de Radio Estéreo Ger Publicado: 23/11/2020 | 10:06 pm
CIUDAD DE GUATEMALA, noviembre 23. —El presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, acusó a grupos que llamó «minoritarios» de buscar «un golpe de Estado» y anunció que invocaría la denominada Carta Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA), por lo que conversó con el titular del organismo, Luis Almagro, para, «con su ayuda», propiciar un diálogo inclusivo con las fuerzas políticas y retomar la senda de la institucionalidad, según un comunicado de la Secretaría de Comunicación Social del país que difundió PL.
La decisión ocupa titulares en la prensa nacional guatemalteca y la extranjera toda vez que resulta poco usual, al poner en las manos de la organización regional —muy desacreditada— un asunto interno que tuvo, horas después, respuesta del Congreso, cuando decidió este lunes frenar la discusión del presupuesto del año que viene.
La partida presupuestaria de 2021 fue el motivo que sacó a las calles a miles de guatemaltecos, quienes se apostaron de forma pacífica en la Plaza de la Constitución de Ciudad de Guatemala para rechazar un plan de gastos aprobado el miércoles pasado y que causó, según PL, descontento generalizado, al dársele el visto bueno de forma opaca, ajeno a las demandas de las mayorías y con una gran carga de endeudamiento, según denunciaron organizaciones sociales, estudiantiles, autoridades religiosas y centros de estudios económicos mencionados por el despacho.
La televisora transnacional Telesur explicó que el presupuesto prevé importantes recortes en gastos de salud y educación, así como en derechos humanos para enfrentar el alto endeudamiento público del país centroamericano, razón por la cual los ciudadanos pedían su veto, pues compromete, estiman, el futuro nacional.
La falta de atención del Estado a las comunidades afectadas por el paso de los fenómenos meteorológicos Eta e Iota se suma al descontento, afirmó la multinacional informativa, que brindó imágenes del lanzamiento de gases lacrimógenos y la detención de un número no precisado de personas por parte de la policía cuando los manifestantes incendiaron los interiores de la sede del Congreso y llamaron a la dimisión del mandatario.
El presidente Alejandro Giammattei estimó que la «violencia» ponía en riesgo «el legítimo ejercicio del poder por parte de las autoridades emocráticamente
elegidas de la República», dijo el mensaje de la secretaría de comunicación social del país.
«Los actos de violencia sistemática en contra de las instituciones nacionales, de los cuales hemos sido testigos todos los guatemaltecos en los últimos días, no representan formas legítimas de ejercer la libertad de expresión. Por el contrario, dichos actos no son sino un medio a través del cual grupos inoritarios buscan un verdadero golpe de Estado», aseveró el mandatario, en apreciaciones que observadores locales consideraron desproporcionales.
Muchos de los manifestantes hablaron de un «hartazgo» general ante la situación que vive el país y la gestión de la clase política con el presidente Alejandro Giammattei a la cabeza.
Giammattei ha visto cómo su índice de aprobación cayó en picada, del 56 por ciento cuando accedió al poder en enero, a solo el 30 por ciento en julio, según un estudio de la empresa mexicana de investigación Mitofsky.
No obstante, la Junta Directiva del Congreso de Guatemala decidió este lunes la suspensión del trámite del presupuesto 2021, de acuerdo con la decisión anunciada por el presidente de la Cámara, Allan Rodríguez, quien al divulgarla se encontraba respaldado por algunos jefes de bloques cercanos al Gobierno, señaló Telesur.
La medida fue confirmada por el periódico local Prensa Libre, que citó a Allan Rodríguez al afirmar que la decisión se adoptó «con la finalidad de mantener la gobernabilidad del país y la paz social».
El Parlamento, integrado en su mayoría por el oficialismo y partidos afines, dio luz verde a unas cuentas récord de 99 700 millones de quetzales (unos
12 800 millones de dólares).
Así, algunas partidas vitales para la población —una de las más afectadas por la pobreza o la desnutrición infantil en toda América Latina y duramente castigada por los últimos huracanes— aparecen prácticamente congeladas, como las referentes al equipamiento de hospitales y de educación.
El decreto que avalaba el presupuesto no será remitido al presidente Giammattei, quien debía aprobarlo o vetarlo. El mandatario había anunciado previamente que lo apoyaría.
Ahora, los diputados tienen un estrecho margen hasta el 30 de noviembre para aprobar un nuevo presupuesto o, de lo contrario, seguiría vigente el que estuvo vigente este año, reportó BBC.
