Cuba atiende de manera personalizada los casos del virus Autor: Telesur Publicado: 21/09/2017 | 05:42 pm
La tasa de mortalidad de adolescentes con el virus del VIH ha aumentado 50 por ciento entre los años 2005 y 2012 gracias a que más de dos millones de jóvenes en todo el mundo viven con la enfermedad y no reciben un tratamiento adecuado, reporta Telesur.
Según los datos divulgados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), este alarmante dato llama más la atención si se compara con el descenso generalizado de la mortalidad por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en 30 por ciento en todos los grupos de edad desde 2005.
A propósito de la celebración del Día Mundial contra el Sida el próximo primero de diciembre, la OMS lanzó por primera vez una guía con recomendaciones encaminadas a prevenir el VIH entre adolescentes y evitar así nuevas transmisiones del virus, ya que millones de adolescentes corren el riesgo de infectarse.
La cifra de adolescentes con VIH se incrementó en 50 por ciento de 2005 a 2012, periodo en el que se pasó de 1,5 millones de infectados de entre 10 y 19 años a 2,1 millones, y el número de muertes por VIH entre ellos casi se triplicó, al pasar de 38 000 en 2001 a 107 000 el pasado año.
Sin embargo, en ese mismo periodo, el número de seropositivos entre jóvenes adultos (de 20 y 24 años) disminuyó 25 por ciento, al pasar de los 4,4 millones de 2001 a 3,3 millones en 2012; mientras que la mortandad se redujo en 34 por ciento, desde las 73 000 muertes de 2001 a las 48 000 de 2012.
Según la OMS, una séptima parte de las nuevas infecciones por VIH en todo el mundo se producen durante la adolescencia y, a menudo, las personas afectadas no conocen su problema.
Por ejemplo, en el África Subsahariana, se estima que sólo 10 por ciento de los chicos de entre 15 y 25 años y 15 por ciento entre las chicas de esa edad son conscientes su condición de seropositivos.
En esta zona, una de las más afectadas del mundo por la epidemia de sida, muchos de los bebés que nacieron la pasada década infectados son ahora adolescentes, «que viven los cambios asociados a esta etapa con el reto adicional de una enfermedad crónica», según el director del departamento del Sida/VIH del la OMS, Gottfried Hirnschall.
«Los adolescentes afrontan presiones sociales y emocionales difíciles, y a menudo confusas, mientras pasan de niños a adultos, por lo que precisan servicios médicos de prevención de VIH adaptados a su situación», precisó.
Según explicó, los adolescentes tienen menos posibilidades de ser sometidos a las pruebas del VIH que los adultos y necesitan más ayuda para vigilar su salud y seguir con compromiso un tratamiento antirretroviral.
Entre los adolescentes, las chicas, los chicos que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, los que se inyectan drogas o las personas víctimas de explotación sexual son los colectivos con mayor riesgo de contagio por VIH.
«Estos sufren muchas barreras, como leyes discriminatorias, desigualdad y estigmatización que les impiden acceder a los servicios médicos básicos para detectar, prevenir y tratar el VIH», denunció, por su parte, el jefe de los programas de VIH del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Craig McClure.
«A menos que retiremos estas barreras, el sueño de una generación libre de sida será inalcanzable», subrayó.
Por ello, la OMS y otras agencias de Naciones Unidas han recomendado a los gobiernos que revisen sus leyes para facilitar a los adolescentes el acceso a las pruebas del VIH sin necesidad de consentimiento paterno, además de sugerirles maneras para mejorar la calidad de estos servicios de prevención y apoyo a este colectivo.
También proponen que se incluya a los adolescentes en la toma de decisiones al respecto, para lograr una nueva aproximación a la prevención del VIH que se adecue a las necesidades de las personas de esa edad; aspecto en el que destacaron el caso de Zimbabue como «buen ejemplo».