BAGDAD, septiembre 13.—La explosión de un coche bomba cercano a una mezquita suní en la provincia de Diyala, en el este del país, mató a 30 personas e hirió a otras 42, informaron fuentes policiales, según pública una nota de Prensa Latina.
De acuerdo con medios de prensa locales, el estallido ocurrió cuando decenas de fieles musulmanes salían del sitio de culto, tras concluir el habitual rezo de los viernes.
Las misma fuente reportó que expertos desactivaron un artefacto explosivo similar en el oeste de Baquba, capital de Diyala.
Por otra parte, se registró el asesinato de una familia a manos de hombres armados no identificados, al este de Mosul.
En la misma ciudad de Baquba, pero en el norte, explotó otro auto repleto de cargas detonantes, aparcado en las afueras de un mercado junto a una patrulla del ejército, hiriendo a dos uniformados e igual número de civiles.
Estos ataques con bomba siguen al atentado suicida del miércoles pasado, que provocó el deceso de 55 personas en el oratorio chiíta de Al Tamimi, en Al Kasra, norte de Bagdad.
La Misión de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Bagdad informó que al menos 804 personas, la mayoría de ellas civiles, fallecieron en Iraq en agosto como consecuencia de la ola de violencia generalizada que vive la nación árabe, la más alarmante desde 2008 y que alcanzó su punto máximo en julio pasado con más de mil muertes, refiere Telesur.
El país árabe vive últimamente una escalada de violencia sectaria originada por el conflicto entre suníes y chiíes. En los tiempos de Sadam Husein los suníes dominaron el Gobierno iraquí, pero tras la invasión de EEUU y la caída del régimen anterior, los chiíes pasaron a controlar varios cargos clave, incluido el de primer ministro.