MANAGUA, Noviembre 9.—El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, informará este martes de las gestiones realizadas el fin de semana en busca de una solución negociada del diferendo fronterizo entre Nicaragua y Costa Rica, según PL.
Insulza ofrecerá sus conclusiones al Consejo Permanente de la organización hemisférica, en su sede en Washington, tras el recorrido de casi cuatro días efectuado por las dos naciones centroamericanas y las entrevistas sostenidas con las autoridades gubernamentales de Nicaragua y Costa Rica en relación con el conflicto.
San José acusa a Managua de supuestas violaciones de su frontera por parte de militares nicaragüenses y por hipotéticos daños ambientales causados en su territorio como consecuencia del dragado que Nicaragua realiza en el río San Juan, que en una parte de su recorrido sirve de frontera entre los dos países. Acudió a la OEA en busca de apoyo a sus reclamaciones.
El gobierno nicaragüense, por su parte, rechaza de manera categórica esas acusaciones y, al mismo tiempo, reafirma su derecho a limpiar y dragar esa vía fluvial, que forma parte inalienable de su territorio nacional, y a mantener operando en las áreas cercanas a la frontera a contingentes de su Ejército con el fin de combatir a las bandas de narcotraficantes.
La posición nicaragüense está respaldada, en primer lugar, por el Tratado Cañas-Jerez, suscrito en 1858, que fijó los límites entre los dos países y estableció que Nicaragua «tendrá exclusivamente el dominio y sumo imperio sobre las aguas del río San Juan desde su salida del lago (Cocibolca) hasta su desembocadura en el Atlántico».
Los términos contenidos en ese tratado fueron ratificados y ampliados años después por los laudos Cleveland y Alexander, y más recientemente, el 13 de julio del pasado año, por la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que reiteró, una vez más, que el río San Juan forma parte del territorio nacional de Nicaragua, que ejerce total soberanía sobre la vía fluvial en toda su extensión.
El Consejo Permanente de la OEA examinó el tema la semana pasada, pero tras dos sesiones el único acuerdo logrado fue que Insulza viajara a la zona para informarse de la situación y promover el diálogo directo entre ambos países para que buscaran una solución negociada.
Poco antes de emprender el regreso a Washington, Insulza reiteró hoy en San José que el papel de la OEA «no es para tomar decisiones, sino para restablecer el diálogo bilateral» y confió en que «podamos resolver este problema pronto».
Sin embargo, el canciller costarricense, en una nueva escalada en el conflicto, amenazó a la OEA al afirmar en un texto publicado hoy en Facebook, que esa organización «se precipitaría en una crisis de muy graves consecuencias» si no se inclina a favor de las demandas de Costa Rica.