MOSCÚ, agosto 7.— Los moscovitas comenzaron este sábado un éxodo masivo de la capital hacia ciudades más seguras, como San Petersburgo, con filas extensas de vehículos en las carreteras del país, donde el humo acre y nocivo de los incendios alcanzó la estratosfera a 12 kilómetros de altitud.
Asimismo, las misiones diplomáticas de Alemania, Austria, Polonia y Canadá han iniciado la evacuación de parte del personal desde Moscú, que amaneció cubierta por una densa manta de humo, informó el diario digital Gazeta.ru.
En las últimas 24 horas hasta la tarde del sábado, se habían registrado 290 focos de incendios y 14 000 hectáreas fueron devoradas por las llamas, detectadas en 22 de las 83 regiones rusas. El último balance de víctimas era de 52 muertos. El Ministerio de Defensa movilizó cerca de 7 000 soldados y 600 vehículos militares para controlar la tragedia.
Según ANSA, la más grande capital europea, con diez millones de habitantes, era durante la jornada el rostro visible de la crisis ambiental: los moscovitas viven en medio de una densa capa de humo, con una visibilidad reducida de menos de cien metros, y se teme por el deterioro severo del aire.
Las autoridades sanitarias exhortaron una vez más a la población a que permanezca en sus casas y únicamente salga, en caso de ser necesario, con mascarillas. También pidieron tomar duchas frecuentes y no fumar.
La concentración de monóxido de carbono está superando entre cuatro y cinco veces el umbral de seguridad, y su mezcla con el smog y el humo es peligroso para la salud, pues causa dolores de cabeza, irritación de garganta y ojos y náuseas.