TEGUCIGALPA, abril 21.— El periodista hondureño Georgino Orellana, de la televisión de San Pedro Sula, fue asesinado durante las últimas horas, en medio de una ola de violencia que ya costó la vida este año a siete profesionales de la prensa, informó PL.
Orellana, de 48 años, recibió un disparo en la cabeza cuando salía de su trabajo tras concluir un programa noticioso.
«Sé que se trataba de alguien que lo esperaba debajo de unos arbustos a la salida del canal cinco donde trabajaba», dijo el ministro de Seguridad, Oscar Álvarez.
Orellana se desempeñaba también como profesor de la Escuela de Periodismo de la Universidad Nacional Autónoma.
Con este asesinato suman siete los reporteros de diversos medios ultimados a balazos este año en Honduras, país que se ha convertido en el más peligroso para el ejercicio de la profesión.
Las víctimas son Joseph Ochoa, del canal 51 de Tegucigalpa; David Meza, de Radio El Patio, en La Ceiba; y José Bayardo Mairena y Víctor Manuel Juárez, de Radio Súper 10, en Olancho.
También fueron asesinados Nahum Palacios, de la Televisión del Aguán, en Colón, y Luis Antonio Chévez, locutor de la emisora W105, de San Pedro Sula.
«No encontramos explicaciones, estamos en la indefensión. No tenemos palabras para manifestar el repudio que sentimos», dijo el presidente del Colegio de Periodistas, Elán Reyes.
Hasta ahora los crímenes permanecen impunes y las autoridades no han procesado a ninguno de los autores materiales e intelectuales de los atentados contra el sector.
La directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Irina Bokova, condenó los asesinatos y llamó al gobierno a perseguir a los culpables.
«Me preocupan mucho los ataques contra los periodistas que están teniendo lugar en Honduras», dijo Bokova.
La situación para el sector se agravó después del golpe de Estado del 28 de junio, cuando medios de prensa fueron cerrados o militarizados y varios periodistas fueron arrestados u obligados a abandonar el país.