PRAGA, abril 8.— Tras meses de duras negociaciones, el presidente de EE.UU., Barack Obama, y su homólogo ruso, Dmitri Medvédev, firmaron este jueves en la capital checa el nuevo tratado de reducción de armas estratégicas (START), el acuerdo de desarme más amplio de las dos últimas décadas, reportó DPA.
Con el texto, rubricado en el hermoso Castillo de Praga, sede de la presidencia checa, ambas partes se comprometen a reducir cada uno la cantidad de cabezas nucleares dentro de los próximos siete años, de 2 200 a 1 550. Los sistemas portadores serían recortados a la mitad, a 800 cada uno.
El mandatario estadounidense agradeció a su «amigo y socio» Medvédev su cooperación para alcanzar el compromiso, y anunció su intención de lograr la ratificación del acuerdo por parte del Senado de su país antes de finalizar el año.
«El éxito es de ambos países, y con ellos de todo el mundo», precisó Medvédev, y agregó que el suceso abre un nuevo capítulo en la cooperación entre Moscú y Washington.
No obstante, el líder ruso dedicó una mención especial a los nuevos planes norteamericanos para construir un escudo antimisiles en Europa (concretamente en Rumania y Bulgaria), algo que el Kremlin considera una posible amenaza para su seguridad.
Obama hizo énfasis en que el escudo no está dirigido contra Rusia, sino contra posibles ataques desde otros países, y se mostró dispuesto a considerar la inclusión de Rusia y los países de la OTAN en los planes.
Antes, el líder del Kremlin había advertido que Rusia renunciará al START si el sistema de defensa norteamericano se convierte en una amenaza.
Según EFE, poco después de la rúbrica del documento, la parte rusa expresó en un comunicado que «el nuevo convenio puede estar en vigor y ser vital si existen ciertas condiciones: si no hay aumento, ni desde el punto de vista de la cantidad ni de la calidad, de la capacidad de los sistemas de defensas antimisiles de EE.UU.».
En reacción a la firma del START, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, apuntó que este creará una «atmósfera positiva» para la conferencia de Naciones Unidas que en mayo revisará en Nueva York el Tratado de No Proliferación de armas nucleares.