CARACAS.— La esencia del amor de Cuba por Venezuela y su reciprocidad quedó evidente en el homenaje que ambos pueblos rindieron al más universal de los cubanos, José Martí.
La belleza y colorido de las numerosas ofrendas florales de autoridades, instituciones, organizaciones y de la representación diplomática de la Isla, en nombre de los 41 000 cooperantes cubanos que hacen valedero cada día el compromiso que el Maestro hizo hace 129 años ante la estatua de Bolívar, de servir a Venezuela como hijos, estuvieron acompañados por las sentidas palabras pronunciadas por María León, ministra para la Mujer y la Igualdad de Género; José Manuel Rodríguez, viceministro para la Identidad Cultural, y Rogelio Polanco, embajador de Cuba en Venezuela.
La Plaza José Martí, de la Parroquia de Altagracia, en Caracas, fue el escenario para la recordación del aniversario 157 del natalicio del Apóstol. Con pétalos de rosas blancas, fue bautizado el libro José Martí: Artículos, entregado a los asistentes junto a la reedición de Los zapaticos de rosa, ambos editados por el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género.
María León llamó a que se multiplicaran las instituciones que pusieran en manos de los venezolanos el pensamiento de Martí, de quien dijo «dejó en herencia al mundo la filigrana de su obra escrita, donde cada frase es un compendio de valores y enseñanzas».
La Ministra se refirió a los grandes dolores y angustias con que inició el año, refiriéndose al terremoto que sacudió y devastó a Haití.
El viceministro Rodríguez, recordó la historia de solidaridad entre Venezuela y Cuba desde los tiempos de la independencia. Hizo referencia a la campaña «Un bolívar para la Sierra», con la que el pueblo venezolano contribuyó a la lucha de Fidel, y la llegada del líder de la Revolución Cubana a Caracas en enero de 1959. El apoyo cubano continúa ahora con miles de colaboradores de la salud, la educación, el deporte y la cultura.
La voz de Cuba se hizo presente con el embajador Rogelio Polanco, quien destacó que nuevamente Cuba y Venezuela se han hermanado por Haití, cuya dolorosa miseria Martí notó en su estancia en el país antillano, y hoy los médicos venezolanos graduados en Cuba y los galenos cubanos que una vez también sirvieron en Venezuela se unen repartiendo salud.