CARACAS.—El gobierno bolivariano rechazó este viernes, de la forma más categórica y firme, un informe de Estados Unidos sobre derechos humanos, publicado recientemente por el Departamento de Estado de ese país, con el cual pretenden evaluar a diversos países del mundo, entre ellos, a Venezuela.
Por medio de un comunicado del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, el gobierno de esta hermana nación impugnó, de forma inmediata, «el contenido falso, malintencionado e injerencista» del citado informe, toda vez que sus «alegatos carecen de fundamentos y constituyen la expresión de las opiniones antivenezolanas difundidas por sectores que, dentro y fuera de nuestro país, se rehúsan a aceptar que el pueblo venezolano sea dueño de su destino».
Para Venezuela, resulta inadmisible que el Estado con el más oscuro récord de violaciones y atropellos a la dignidad humana en la historia contemporánea, pretenda erigirse, sin mandato y legitimidad alguna, en jueces de otros Estados.
El gobierno fustigó además «la práctica recurrente de la burocracia de EE.UU.», al querer nuevamente sentar a Venezuela en el banquillo de los acusados en materia de derechos humanos.
En pleno ejercicio de defensa de su soberanía, el gobierno del presidente Hugo Chávez exigió a las autoridades de los Estados Unidos que «pongan fin a estas prácticas que siguen lesionando las relaciones entre nuestros Estados, las cuales deben tener como base el respeto, la igualdad y la no injerencia en asuntos internos».
Por último, «el gobierno soberano de la República Bolivariana de Venezuela» reiteró que, a nombre de su pueblo, siempre defenderá esos principios fundamentales.