Las regiones autónomas españolas de Galicia y el País Vasco celebran este domingo elecciones locales, en las que se juega la credibilidad del gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en tiempo de aguda crisis económica y la capacidad del derechista Partido Popular para aprovechar la coyuntura y hacer olvidar sus escándalos internos de corrupción y espionaje. En el País Vasco, los sondeos dan al Partido Nacionalista Vasco una leve ventaja sobre el Partido Socialista de Euskadi. Si el primero no logra la mayoría —junto con los demás partidos nacionalistas, más pequeños—, los socialistas podrían llegar al gobierno regional, tal vez en coalición con el propio PNV. Entretanto, en Galicia, las últimas encuestas señalan que el Partido Popular bordea la mayoría absoluta, establecida en 38 diputados y necesaria para desbancar del poder a la actual alianza entre el Partido Socialista de Galicia y el Bloque Nacionalista Gallego.