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Los venezolanos analizan el documento donde deberán estampar sus votos. CARACAS.— La entrada de noviembre ubica a Venezuela a solo una veintena de días de sus elecciones regionales, recta final durante la cual se incrementan esfuerzos para asegurar el éxito de la nueva contienda en las urnas.
Casi tres mil centros de votación funcionaron de modo experimental el pasado domingo, pero permanecen abiertos 1 500 puntos electorales en todo el país para que las personas se familiaricen con el voto electrónico, que aquí ya ha sido empleado con éxito.
En todo caso, la diferencia está dada ahora por la gran cantidad de candidatos y la multiplicidad de los cargos en liza, toda vez que se elegirá a gobernadores, alcaldes, concejales y, en algunos casos, a miembros de los consejos legislativos regionales y de los cabildos metropolitanos.
Por eso también es interés del Consejo Nacional Electoral (CNE) que los ciudadanos dominen las boletas, extensas en casi todas las localidades como es lógico en una elección múltiple como esta donde se postulan, además, aspirantes de numerosos partidos, organizaciones comunales, regionales y locales, así como independientes.
La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, ha reconocido que los comicios del día 23 pueden resultar «muy complejos» en algunas localidades, pero no difíciles si los electores se preparan.
Boletas electorales no válidas han sido emitidas con ese fin, y más de cuatro mil denominados agentes de participación fueron delegados para instruir a la ciudadanía.
Lo ideal, ha dicho Lucena, es que el elector decida de antemano su predilección, y será permitido que acuda al colegio electoral con una guía para hacer más fácil y ligero su ejercicio del sufragio.
El propósito del CNE de que el electorado «maneje» la documentación, al parecer, avanza, como pudo observarse este sábado en el sector capitalino de Catia, en el céntrico municipio Libertador, donde estaba anunciada una de las ferias electorales que durante el resto del mes y hasta el 23, tendrán lugar en distintos municipios de toda la geografía venezolana.
Sentado en un muro de la calle, Efraín, un hombre de unos 60 años, analizaba con calma el documento donde deberá estampar sus votos, y saludaba un ejercicio que consideró útil.
Durante una reunión con el comando del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el viernes, en Zulia, el presidente Hugo Chávez llamó a las masas bolivarianas a no confiarse, y destacó, precisamente, la importancia que tendrá el sentido patriótico de las masas en los resultados, así como la eficiencia de la maquinaria electoral en todos los rincones.
Actividades culturales con la presentación de grupos musicales y otros artistas acompañarán también las caravanas electorales que llegarán a cada punto de divulgación, y agentes itinerantes visitarán las residencias en los sitios intrincados donde los primeros no existan, ni se celebren ferias.
En un país donde, por tradición, comicios regionales como estos despiertan menos interés que la elección presidencial, resulta importante también la masividad en las urnas que frustre el potencial abstencionismo.
Sin embargo, la campaña ha sido hasta ahora lo suficientemente activa y candente como para que nadie permanezca ajeno a los acontecimientos. Al menos, no los seguidores del proceso bolivariano, testigos de la manipulación mediática de los opositores pero no sus víctimas y, conscientes de que lo que está en juego es el futuro de su Revolución.
