Foto: AP SANTIAGO.— Los empleados públicos de Chile se movilizaron este lunes en demanda de mayores salarios, y para reiterar al gobierno de Michelle Bachelet su rechazo a una propuesta de arreglo que solo incrementa los sueldos en un cuatro por ciento.
La convocatoria tuvo un respaldo que fuentes oficiales cifraron en un 50 por ciento, pero que los organizadores del paro calcularon en 90 por ciento, e iba a ser seguida por un reinicio de las negociaciones entre las partes, previsto para horas de la tarde o de la noche.
En la capital, los manifestantes tomaron la fachada de algunos edificios públicos como la sede de la Cancillería, el Ministerio de Obras Públicas y la Tesorería General, y colgaron en ellas carteles donde se leía «Sueldo público ético» y «Reajuste del 12 por ciento», señaló Reuters. Pero el acatamiento se extendió a distintas regiones, y en varias localidades los trabajadores levantaron barricadas o cortaron el tránsito, señaló ANSA.
Raúl de la Puente, presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales, había llamado a la ciudadanía su adhesión, absteniéndose de concurrir a hacer uso de los servicios públicos este lunes, y calificó la acción de «justa y noble».
La medida, destacaron medios de prensa, ocurre cuando Chile registra un superávit fiscal récord de 12 634 millones de dólares gracias a la venta del cobre, lo que ha llenado las arcas del Estado. Pero ello no se refleja en la población, que padece el aumento en los precios de los alimentos y servicios básicos como la electricidad, lo que ha elevado la inflación a un 6,5 por ciento, casi el triple que el año pasado. Por eso, los funcionarios de los ministerios, hospitales y otras entidades públicas, exigen un reajuste salarial de 12 por ciento, «mayor que la inflación», argumentan.
Citado por la agencia ANSA, Jorge Araya, dirigente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud, expresó en Valparaíso que «el gobierno sigue con su política mezquina de no querer entregar más recursos. Nosotros estamos empobrecidos, aquí tenemos más de dos tercios de los trabajadores bajo la línea de la pobreza. Tenemos salarios que no superan el sueldo básico (120 dólares). Para nosotros es un tema complejo, de vida o muerte», señaló.
En opinión de los dirigentes de la movilización, los resultados de su exigencia servirían también para los empleados del sector privado, cuyos patronos, habitualmente, se orientan por el rasero salarial de los trabajadores públicos para sus negociaciones salariales.
De la Puente, por su parte, reiteró en la tarde que si el ejecutivo entrega al Congreso su proyecto de aumento de solo el cuatro por ciento, los trabajadores se desplazarán este martes a Valparaíso, en una continuación de las protestas por «nuestros justos derechos».
En un comunicado previo, el MIR se solidarizó con los trabajadores públicos y denunció que la orientación económica de los gobiernos de la Concertación ha tenido entre sus objetivos la reducción del aparato estatal mediante las privatizaciones, y otras recetas dictadas por el FMI que han precarizado el empleo e impulsado la subcontratación, las prácticas antisindicales, la desprotección social, la discriminación salarial y las pensiones miserables, entre otras «aberrantes consecuencias», afirmó.