La denuncia de la guerra presente en el Foro: «No sangre por petróleo», dicen estos manifestantes. Foto: AP
EL primer Foro Social de Estados Unidos abrió sus jornadas de trabajo en Atlanta con un homenaje a uno de los pilares de la lucha por los Derechos Civiles, el reverendo Martin Luther King Jr., cuando una delegación nacional le rindió tributo frente a su tumba en esta ciudad.Luego de la ceremonia la delegación se integró a miles de participantes en el Foro, que realizaron una marcha pacífica a través del centro de Atlanta tras una breve concentración frente al capitolio del estado de Georgia, donde hablaron, entre otros, el reverendo Joseph Lowery y un representante de la Nación Cherokee.
Banderas, carteles, marionetas y creativas pancartas identificaron a las decenas de organizaciones que han llegado a esta ciudad para dar a conocer que un mundo mejor es posible y otro Estados Unidos es necesario, como indica el lema central del encuentro, al que asisten también delegaciones de otros muchos países.
Esa visión de otro mundo y otro EE.UU. posibles incluyen el derecho a la vivienda, seguro universal de salud, paz, derechos para los pueblos indígenas, el fin de la discriminación racial, de género o de orientación sexual, y la lucha por los derechos humanos de los inmigrantes y de todo el pueblo trabajador, según señaló Alice Lovelace, a nombre de los organizadores del Foro.
«Demostraremos el mismo espíritu de no violencia que nuestros predecesores en el movimiento de derechos civiles hicieron cuando marcharon por el sueño del doctor King», añadió Alice Lovelace. Inmigrantes, indígenas y refugiados de la costa devastada por el huracán Katrina participaron también activamente en la marcha de dos horas, luego que Lowery, presidente de la organización por los derechos cívicos Southern Christian Leadership Conference, en un discurso calificado de fogoso por la agencia AP les diera la bienvenida a Atlanta «en el espíritu de la no violencia y la justicia».
Lowery denunció que «como nación (Estados Unidos), damos prioridad a la codicia empresarial sobre la necesidad social».
EFE reportó que más de un centenar de organizaciones latinoamericanas y de defensa de los indocumentados buscaban hacer escuchar su voz e incidir en el debate por una reforma migratoria durante este primer Foro Social de Estados Unidos que este viernes contará con una sesión especial sobre inmigración para discutir las necesidades de esta comunidad.
«Desde el 9/11 (por los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington) las comunidades inmigrantes en Estados Unidos han sido blanco de legislaciones represivas de las autoridades y grupos racistas», declaró la activista Alice Lovelace, una de las organizadoras del foro.
Bajo el título «Derechos de los Inmigrantes en una Sociedad Global», la sesión será moderada por la directora de la Red Nacional para los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados, Catherine Tactaquin, y contará con la participación de líderes comunitarios, agrupaciones de inmigrantes y organizaciones de derechos humanos, entre otros.
«Los inmigrantes, al igual que otros grupos indígenas y comunitarios vienen al Foro Social de Estados Unidos para establecer vínculos unos con otros y para trabajar por la justicia social y económica en el país», agregó Lovelace en un comunicado.
«El foro es importante porque nos da la posibilidad de ayudar a cambiar la mentalidad de este país con respecto a los inmigrantes y que sepan que somos gente que solo hemos venido a trabajar y que está contribuyendo constructivamente a la riqueza de este país», declaró el activista de San Antonio, Texas, Rubén Solís, representante de la Unión de Trabajadores del Sureste de Estados Unidos.
Mensaje de las organizaciones cubanasAl Foro, que se extenderá hasta el próximo domingo, fue enviado un mensaje de organizaciones cubanas e internacionales con sede en Cuba que están articuladas en el Comité Cubano del Foro Social Mundial, en el que expresan el reconocimiento y la solidaridad con este primer encuentro en territorio estadounidense por su importante contribución política.
«Lamentablemente, las restricciones vigentes para el otorgamiento de visas, fruto de la empecinada y hostil política que sigue el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, nos impiden acompañarles en esta ocasión», dice el mensaje.
Agrega que «Atlanta habría sido un nuevo escenario para denunciar el injusto bloqueo económico, comercial y financiero a que ha sido y es sometido nuestro pueblo; para rechazar la demencial y desenfrenada escalada militarista del gobierno de los Estados Unidos y sus guerras de agresión y saqueo contra otros pueblos; para reclamar libertad para los cinco jóvenes cubanos encarcelados injustamente en los Estados Unidos por luchar contra las acciones terroristas de la derecha cubanoamericana asentada en territorio estadounidense y que ha costado a Cuba miles de víctimas inocentes; y para condenar la impunidad y la hipocresía de la Administración Bush al brindar protección y abrigo al connotado terrorista de origen cubano Luis Posada Carriles, recientemente exonerado de cargos y puesto en libertad en Estados Unidos».
Advierte, sin embargo, que la voz de Cuba no será silenciada porque los cubanos nos sentimos representados por numerosos amigos y actores sociales de los Estados Unidos, y de otros rincones del planeta, que levantarán en Atlanta esas banderas.