Más de 200 páginas de fallos contradictorios, emitidos sobre el caso de los Cinco, demuestran que es imposible ver el asunto desde el punto de vista legal y en términos de la ley estadounidense, «porque se trata esencialmente de un juicio político y, en particular de la política de Estados Unidos contra Cuba», concluyó Leonard Weinglass, uno de los abogados de nuestros compatriotas, al valorar la decisión del pleno de la Oncena Corte de Apelaciones de Atlanta, el pasado 9 de agosto.
Fueron, en realidad, dos dictámenes contrapuestos: dos jueces mantuvieron los criterios emitidos un año antes por los tres letrados que habían declarado nulo el juicio de Miami —al considerar que esa ciudad no posibilitaba un proceso imparcial— y diez se pronunciaban ahora de manera contraria, en postura calificada por Weinglass como «tragedia» y «monumento al uso de la ley de manera superficial, para lograr propósitos que no son los de la justicia».
Esos diez jueces quedaron ciegos a la realidad y no vieron el caso de manera sustancial. Fue un análisis mecánico que no tomó en cuenta ni la atmósfera ni la realidad de lo que aconteció en Miami, solo lo que ocurrió en la sala del tribunal, abundó Weinglass luego de que otros participantes de la Mesa Redonda Informativa recordaran las presiones ejercidas en el juicio de la ciudad floridana, por ejemplo, contra el jurado.
El abogado también tildó de insólito —por su contundencia y porque algo similar ha ocurrido en raras ocasiones—, las 52 páginas del documento redactadas por los dos jueces que disintieron, apegados a la mejor tradición del sistema judicial, y quienes invitaron a la defensa a elevar el caso a un tribunal superior e insistieron en que cualquier análisis debe contemplar las circunstancias que enfrentaron René, Ramón, Fernando, Gerardo y Tony, en Miami.
Interrogado sobre el curso que tomarán las cosas, Weinglass aceptó que el camino puede ser largo. De inmediato, él y sus colegas en la defensa tienen la opción de elevar a la Corte Suprema de EE.UU. el tema de la improcedencia de Miami como sede de un juicio justo, para lo que cuentan con un plazo de 90 días, o centrarse en los otros nueve temas impugnados y que ahora están a la consideración del panel de jueces de Atlanta. Aún analizan la mejor decisión.
Pero Weinglass confía en que, a la larga, los Cinco serán liberados. Estados Unidos no puede ser cómplice de un crimen y, al propio tiempo, juzgar a las personas que se oponen. No se puede apoyar una guerra contra Cuba y a la vez, enjuiciar a quienes tratan de oponerse a ella, sentenció.
Muestra de la complicidad de la Casa Blanca con el terrorismo que, falazmente, dicen castigar en los Cinco, es la impunidad que brindan al terrorista internacional Luis Posada Carriles, sobre cuyo mentiroso «proceso» brindó interesantes valoraciones el abogado José Pertierra, vía telefónica, desde Washington.
El representante legal de Venezuela en su solicitud de extradición de Posada, manifestó confianza en que EE.UU. tendrá que cumplir los convenios internacionales y enjuiciarlo, o extraditarlo.
El cumpleaños 43 de Fernando, este viernes, y el mensaje de felicitación enviado por el Comandante en Jefe a René, con igual motivo, el pasado 13 de agosto, también concitaron la presencia en el espacio, vía telefónica o en video, de familiares de ambos, quienes confirmaron que se mantienen tan firmes como sus compañeros... a pesar del sesgado y bochornoso dictamen de los diez jueces ciegos de Atlanta.