Padilla protagonizó un hecho singular. Autor: Tomada de Facebook Publicado: 22/04/2025 | 10:20 pm
Un hecho llamativo sucedió el 21 de abril de 1993, hace 32 años, en un partido entre Centrales y Habana, ganado por el primer elenco, dos carreras a una, en el estadio Nelson Fernández, correspondiente a la 19na. Serie Selectiva.
Resulta que el equipo habanero solo conectó cuatro inatrapables, ¡todos salidos del aluminio del destacado camarero de la capital Juan Padilla Alfonso! Juan terminó su brillante trayectoria en el principal pasatiempo nacional con 1 917 incogibles, luego de perder en el año 2000 la visión en uno de sus ojos —al desprenderse un gancho de la parte superior de su automóvil—, a pesar del extraordinario esfuerzo realizado por el colectivo de oftalmólogos del hospital Ramón Pando Ferrer.
Por los triunfadores abrió el estelar zurdo cienfueguero Adiel Palma López, quien tuvo que irse temprano hacia las duchas, tras soportar en el mismo capítulo de apertura un metrallazo de Padilla y conceder un par de boletos.
En esa situación, con la casa llena, sin outs, el espirituano Miguel Arnay Hernández Castillo se hizo cargo del box en sustitución del sureño, logró el escón y permaneció todo el tiempo en la colina de los martirios.
Durante su labor, el yayabero soportó una anotación y los tres restantes indiscutibles de Padilla, quien anotó la única carrera de su equipo en el octavo episodio, impulsado por fly de sacrificio de Javier Méndez.
Rafael Gómez Mena fue un digno rival, pues permaneció todo el tiempo en la lomita de los habaneros, toleró seis inatrapables, entre ellos un bambinazo del remediano y posteriormente jugador de Grandes Ligas, Jorge Luis Toca Gómez.
Curiosamente, ninguno de los monticulistas de ambos elencos pudo ponchar a los bateadores contrarios. En el desafío se produjo una jugada poco frecuente cuando Romelio Martínez disparó un tremendo batazo que dio contra las cercas, pero el fornido toletero se quedó parado pensando que era jonrón y fue puesto out por la vía jardinero izquierdo-torpedero-segunda-primera.