Pupo se afianzó en la élite del tiro deportivo mundial. Autor: Irene Pérez Publicado: 26/10/2022 | 11:25 pm
Esta semana Leuris Pupo volvió a ubicarse en la élite del tiro deportivo a nivel mundial, con su puesto 16 en el certamen efectuado en El Cairo. Esta noticia bien pudiera ser un déjà-vu, un mantra o acaso la reiteración acostumbrada de algo que ya sucedió y que perfectamente pudiera volver a suceder en el futuro.
Me explico: el holguinero, que en Londres 2012 acarició la gloria olímpica y que luego se encargó a base de éxitos y estabilidad de demostrar que dicha proeza no fue una obra fortuita, ha conseguido algo al alcance de muy pocos en su disciplina. Su mayor mérito consiste en mantener el nivel después de años y a pesar de las constantes limitaciones que encuentra.
La situación del tiro deportivo en Cuba casi siempre presenta un panorama desfavorable para sus exponentes más destacados (y para los menos, claro está). La carencia de municiones constituye un hándicap que golpea cual mortífera honda y que obliga a atletas como Pupo a modificar de formas diversas e insospechadas sus sistemas de entrenamiento. Cierta vez uno de los miembros del equipo nacional confesó que practicar sin municiones era como jugar al béisbol sin pelotas.
Dicha comparación bien pudiera ilustrar la situación y, lógicamente, engrandece aún más los logros de Pupo y compañía. Los críticos más acérrimos, cegados por su extrema detracción, dirán que apenas fue un puesto entre los 20 mejores lo que obtuvo el holguinero en Egipto, lejos del podio, y menos positivos los resultados finales de Jorge Grau y Jorge Félix Álvarez.
A El Cairo, los cubanos llegaron incluso solo para las competencias de bala, porque no arribaron a tiempo para las modalidades de aire, otro factor a tener en cuenta, unido al escaso roce internacional que han encontrado en los últimos meses y la imposibilidad de desarrollar preparaciones adecuadas. Y por equipos, como cosecha máxima, se llevaron un muy meritorio noveno lugar en la pistola de tiro rápido a 25 metros.
De todas maneras, estas no son justificaciones, sino argumentos para poner en valor un resultado deportivo que, para comprenderlo, existe la necesidad de analizarlo con profundidad y no desde su epidermis. De más está aclarar que todas las limitaciones no son exclusivas del tiro y que están sujetas, entre otras cuestiones, a la compleja situación económica que atraviesa el país y que no constituye un secreto para nadie.
Aun así, Pupo, Jorge Félix, Grau, Laina Pérez y otros que conforman la familia de esta disciplina en el país, han sabido buscar alternativas y, sobre todo, competir en igualdad de condiciones con una élite primermundista que les supera en todo, menos en empuje, talento y consagración.